Tras ganar el cinturón con una impresionante victoria sobre Julianna Peña en UFC 316, Kayla Harrison no ocultó su sorpresa al enterarse de que Amanda Nunes había dejado American Top Team (ATT) para evitar un posible conflicto entre ambas.
La excampeona de peso gallo (135 lb) y peso pluma (145 lb) declaró recientemente que su salida de la academia estuvo motivada por la predicción de un futuro enfrentamiento con la actual campeona de las 145 lb, algo que tomó por sorpresa a la estadounidense.
En una entrevista con el sitio web ‘MMA Fighting’, la judoca reaccionó con perplejidad a las declaraciones y afirmó que nunca hubo falta de respeto por su parte. Para ella, la salida de Nunes parece estar relacionada con un malentendido sobre su presencia en la pelea entre la brasileña y Julianna Peña.
«Pensé que se fue porque perdió [contra Peña], pero ¿por qué diría eso si no fuera cierto? Por lo que he oído y estoy empezando a entender, fui a esa pelea. Estaba entre el público la noche que Julianna venció a Amanda, y creo que tuvo un malentendido: pensó que haría lo mismo que ella el sábado. Que entraría al octágono y la retaría», explicó.
La estadounidense, quien permaneció en la PFL durante más tiempo antes de pasar a UFC, aseguró que siempre actuó con lealtad. Según ella, la relación entre ambas era cordial, a pesar de no ser compañeras de entrenamiento cercanas. Aun así, dejó claro que siempre estaba disponible para colaborar en lo que fuera necesario.
La «Leona» dijo no guardar rencor, pero justificó su decisión de dejar el equipo por la inevitabilidad del enfrentamiento, que, según ella, podría generar un clima de malestar interno. Por ello, decidió abrir su propio gimnasio.
Clima de paz
A pesar de la incomodidad generada, Kayla Harrison expresó su sorpresa por la importancia que se le dio a la situación, sobre todo considerando que es normal que atletas de la misma división entrenen juntas en equipos grandes. La campeona enfatizó que espera que el posible duelo con Nunes se desarrolle en un ambiente respetuoso y profesional. A pesar de la tensión implícita, terminó el tema con calma.
«Veo a muchos atletas entrenando juntos, incluso compitiendo en la misma división. Para mí, eso eleva el listón para todos. Espero que podamos hacerlo con respeto; no quiero una situación como la de Colby (Covington) contra (Jorge) Masvidal. Estoy tranquila con la situación. Sé quién soy y cómo me he comportado. Seré ATT hasta el final, pero estoy lista para lo que venga», dijo.
La esperadísima superpelea entre las dos estrellas de la MMA femenina aún no tiene fecha fija, ya que la luchadora brasileña debe completar un protocolo de pruebas antidopaje de seis meses antes de regresar al octágono. Aun así, la pelea ya se perfila como una de las más importantes de la historia del deporte.