Desde que pasó de la PFL a UFC a principios de 2024, Kayla Harrison ha generado incertidumbre entre sus rivales y los aficionados a las MMA, quienes se mostraban escépticos sobre su capacidad para bajar de peso con éxito.
Las preguntas se respondieron en la báscula, con la bicampeona olímpica de judo alcanzando la marca del peso gallo (135 lb) en las tres ocasiones en que compitió en el UFC. Pero a pesar de su éxito, el proceso al que la judoka somete su propio cuerpo es tan extremo que incluso la ha llevado a considerar el final de su carrera profesional.
En su época de judo, Kayla competía en otra categoría. En MMA, aún bajo la bandera de la PFL, la estadounidense competía en la división de peso ligero (155 lb). Por lo tanto, bajar de peso a 135 lb es un proceso que ella describe como «un infierno». No es de extrañar que el fin de semana pasado, mientras se deshidrataba para el pesaje oficial de UFC 316, Harrison admitiera en una entrevista con el canal de YouTube «Luke Thomas» que se había planteado colgar los guantes.
«No es un proceso fácil, es un infierno absoluto. No voy a idealizarlo . Creo que todos pueden decir cómo es cuando me miran en la báscula. No es bonito, no es fácil. No es un paseo por el parque. Es por eso que le doy todo el crédito a mi equipo. Traje a algunos expertos para que me ayudaran con la pérdida de peso, el proceso de rehidratación, la nutrición (…) No voy a mentir, el viernes por la mañana pensé en retirarme el sábado por la noche. Toma una parte de tu alma , pero también construye una parte de ti. Nunca podré hacerle justicia ni explicarlo, no tengo las palabras para describirlo», dijo Kayla Harrison.
Sacrificio recompensado
Si la báscula ha sido el mayor enemigo de Harrison desde su llegada a UFC, es justo decir que los sacrificios de la estadounidense la han llevado a grandes logros. Con tan solo tres peleas en la compañía, la judoca se convirtió en campeona de peso gallo al someter a Julianna Peña, entonces campeona.
Y por si fuera poco, Kayla también preparó una pelea espectacular contra su excompañera de entrenamiento y la mejor del mundo del MMA femenino, Amanda Nunes. Ya en la cima de la MMA más importante del mundo, ahora queda por ver cuánto tiempo podrá la atleta de 34 años soportar la drástica reducción de peso.
