En UFC 300, evento celebrado el pasado sábado (13), en Las Vegas (EE.UU.), Justin Gaethje arriesgó el cinturón ‘BMF’ (peleador más duro) contra Max Holloway y sorprendió en el peso ligero (155 lb). ‘The Highlight’ terminó siendo brutalmente noqueado faltando un segundo para terminar la pelea. Mientras estuvo presente en el espectáculo y observó de cerca la batalla entre los atletas, Kamaru Usman salió en defensa de su amigo y compañero de entrenamiento.
En su podcast ‘Pound 4 Pound’, el excampeón de peso welter de UFC (170 lb) destacó que Gaethje se vio obstaculizado por el hecho de que se rompió la nariz en el primer asalto de la pelea y recibió dos dedos en el ojo de Holloway. Vale destacar que, desde el inicio de la pelea, ‘Blessed’ demostró ser superior en el octágono. Sin embargo, el nigeriano destacó que su amigo no pudo hacer un buen papel en acción debido a las jugadas y defendió la idea de que el resultado podría haber sido diferente si no se hubieran producido.
“No podemos pasar por alto el hecho de que Gaethje recibió esa patada en la nariz al final del primer asalto, algo que juega un papel muy importante para permanecer en la pelea, porque no puedes respirar como quieres. Además, tenemos que ver los dos piquetes en los ojos. Eran piquetes de ojo legítimos. No es que Holloway lo estuviera haciendo maliciosamente o a propósito. Suceden, pero es el tipo de cosas que pueden cambiar el resultado de una pelea”, declaró el excampeón de UFC.
Récord de MMA de Kamaru Usman
Kamaru Usman, de 36 años, dominó la división de peso welter de UFC de 2019 a 2022 y defendió el cinturón de la categoría en cinco ocasiones. No es de extrañar que el atleta esté clasificado por muchos como el segundo mejor luchador de la historia de la división, solo por detrás de Georges St-Pierre. En MMA desde 2012, el nigeriano ha construido un récord de 20 victorias y cuatro derrotas. Sus principales triunfos fueron sobre Colby Covington (dos veces), Demian Maia, Gilbert Burns, Jorge Masvidal (dos veces), Leon Edwards, Rafael dos Anjos, Sean Strickland y Tyron Woodley.
