En abril de 2022, en Bellator 289, Juliana Velásquez fue derrotada por primera vez como profesional de las MMA. Además de estar invicta, la peso mosca (125 lb) también perdió su faja divisional en el duelo contra Liz Carmouche. Sin embargo, debido al polémico contexto del enfrentamiento en cuestión, la brasileña reveló, en entrevista exclusiva con el reportaje Ag. Fight, que aún no se siente superada en el deporte.
En ese momento, Juliana dominaba la pelea contra la estadounidense, hasta que cayó en una posición desfavorable en el suelo en el cuarto asalto. Encima, Carmouche intentó marcar el ground and pound y, a juicio del juez responsable de la pelea, Mark Beltrán, hizo lo suficiente para saldar la cuenta. La interrupción del árbitro, a falta de 13 segundos en el reloj, fue juzgada como precipitada por la mayoría de los aficionados y los medios especializados en la materia.
“Esa pelea fue una gran experiencia de aprendizaje para mí. Hoy, desde el fondo de mi corazón, no veo esta pelea como una derrota, sé que gané. La verdad fue que cuando apelamos al comité, no solo pedimos un ‘no concurso’ sino también una victoria. Como había dominado los cuatro asaltos y ya había pasado la mitad (de la pelea), hay una ley que permite eso. En mi cabeza, gané. Independientemente de que mi récord hoy sea de 12-1, eso no ha cambiado nada, solo me ha dado ganas de más”, destacó el judoka.
“Me hizo ver muchos de mis errores, estaba dominando la pelea y vi que ella estaba todo el tiempo queriendo salir corriendo, queriendo ponerme solo en la grilla, con miedo de golpear. Uno de mis errores fue aceptarlo, porque pensé que mi isometría era más fuerte que la de ella, terminé en este juego. Y al final, ella no me defraudó, pero fui a arrodillarme y resbalé. Pero me quedé tranquila, sabía que quedaba poco tiempo. Levanté mis caderas para mostrar que estaba vivo en la pelea (…) No se suponía que terminara la pelea, me molestó mucho en ese momento. Hablé con mis entrenadores: ‘Luchemos por esta revancha’. Porque es inaceptable como fue”, agregó.
Después de la primera pelea, Juliana señaló que Mark Beltrán reconoció el error cometido cuando aún estaba en el octágono e incluso envió una carta a la Comisión Atlética de la región, explicando lo sucedido, pero la apelación no tuvo efecto en un posible cambio en el resultado. Con la revancha asegurada, la brasileña pretende imponerse aún más y no darle chance.
“Mi golpeo es mucho mejor que el de ella, eso quedó claro (en la primera pelea). Piensa mucho en acortar, esa será su estrategia (en la revancha), tratar de arrinconarme. Voy a hacer lo que siempre he hecho, la idea es mantener la distancia, alejarme golpeando. Logro noquearla, la derribé dos veces en la pelea. Fue un error no haberme quedado encima de ella (…) Voy a anular por completo su juego. Cuando se cree mejor que yo en algo, se frustra, de eso puedes estar seguro (…) No se merecía el título, no es la campeona”, disparó Juliana.
Una veterana de las MMA, Carmouche dejó en claro que no tenía intención de otorgarle una revancha a la judoka brasileña. Bellator, sin embargo, fue en contra de los deseos del estadounidense y programó el segundo duelo entre ambos. A juicio de Juliana, la postura de Liz demuestra el tamaño de la amenaza que representa el carioca dentro del octágono.
“Si hubiera ganado por sus propios méritos, no habría estado murmurando ni diciendo nada. No era su crédito. Me quitaron el cinturón y se lo dieron, eso fue lo que hicieron. No era de su crédito. Tiene que estar callada y obedecer (…) Obviamente después de la pelea dijo que no quería la revancha. ¿Alguna vez has visto a un niño meter el dedo en el zócalo, recibir una descarga eléctrica y repetir? Es lo mismo, ella sabe muy bien que yo represento un peligro para ella. Nunca ha tenido tantos problemas en la parte de golpeo, sabe dónde puede pisar (risas)”, provocó Velásquez.
“Tengo sangre en los ojos, haré todo lo posible para traer este título de regreso a Brasil, de donde no debió irse”, concluyó.
Juliana y Liz Carmouche se enfrentarán el 9 de diciembre, en la cartelera número 289, en Bellator, en Connecticut (EE.UU.). Excampeona de la empresa, la brasileña tiene un récord de 12 victorias y un revés, precisamente el polémico duelo contra el veterano. La estadounidense, por su parte, tiene 17 triunfos y siete reveses en las MMA profesionales.
