El pasado viernes (16), Juliana Velásquez mantuvo su reinado en Bellator y defendió el cinturón del peso mosca de la organización (125 lb) por primera vez. En la 262 edición del espectáculo, celebrada en Coneccutut (EE.UU.), la brasileña derrotó a la holandesa Denise Kielholtz por decisión dividida de los jueces luego de cinco rondas de un emocionante duelo.
Con la posición de retadora y actuando con más libertad, Kielholtz fue al ataque desde el principio y buscó acortar la distancia para traer peligro a Juliana. En las dos primeras rondas, la holandesa tuvo más ventaja en la parte de pie, conectando duros golpes a la campeona. Consciente de la desventaja, la brasileña comenzó a ser más estratégica, tratando de no exponerse y comenzó a embestir para llevarse el duelo al suelo.
A partir del tercer asalto, incluso sin que la holandesa se desacelerara, Juliana comenzó a lanzar buenos jabs en la cara de su oponente, que ya comenzaba a tener moretones en la región. Fue entonces cuando el campeón aprovechó ese hueco para insistir en los golpes a los ojos de Kielholtz, sobre todo con combinaciones de jabs y directos, que dejaban al rival incómodo y sin mucho ímpetu para atacar.
En el último asalto, Juliana Velásquez se sobresaltó cuando recibió un golpe que la sacudió. La holandesa no quiso dejar el resultado en manos de los jueces y fue a por todo o por nada. Fue entonces cuando la campeona usó su experiencia y marcó el ritmo de la pelea hasta el final, buscando el clinch y la parte agarrada.
