Se ha producido un cambio en la demanda antimonopolio de UFC. En marzo, la mayor organización de MMA del mundo acordó pagar 335 millones de dólares a un grupo de expeleadores de la empresa para evitar acudir a los tribunales. Sin embargo, el pasado martes (30), el juez que lleva el caso denegó la aprobación preliminar de tal acuerdo, trasladando la fecha del juicio a octubre.
Todo comenzó cuando un grupo de exatletas de UFC demandó a la organización, alegando que estaba involucrada en un plan ilegal para adquirir y mantener un monopolio en el mercado de luchadores de élite a través de contratos exclusivos, coerción y adquisiciones que eliminaban a competidores potenciales.
Después de un largo período de disputa legal, que comenzó en 2014, la compañía acordó pagar la cantidad acordada entre las partes para resolver las dos acciones antimonopolio presentadas por separado por los veteranos.
Sin embargo, según informa la web ‘MMA Fighting’, el juez no aprobó el acuerdo entre las partes porque, en su opinión, el pago le parecía de escaso valor. Además, el juez señaló que los luchadores representados en la segunda demanda podrían objetar las cláusulas de arbitraje y renuncia a demandas colectivas en los contratos existentes.
Decisión sorprendente
Cabe señalar que, en marzo, ‘TKO Group Holdings’, la empresa que controla la UFC, la máxima dirección y los abogados del grupo de expeleadores celebraron el acuerdo, es decir, dieron por concluida la larga disputa legal. Pero ahora, con la decisión del juez, el caso será discutido nuevamente en la Corte, hecho que disgustó a los abogados de los exluchadores.
Según los abogados, la cantidad acordada aliviaría o incluso resolvería la situación financiera de los veteranos. De hecho, algunos de los excombatientes recibirían más de un millón de dólares y otros 500 ganarían al menos 100 mil dólares. Ahora, el grupo, en caso de derrota en el nuevo juicio, no recibiría nada. En cualquier caso, la UFC y sus exatletas pueden volver a negociar y llegar a un nuevo acuerdo.
