El tercer combate entre Tyson Fury y Deontay Wilder llegó a los juzgados y es que el juez Daniel Weinstein ordenó que la pelea debe llevarse a cabo antes del 15 de septiembre de este año por lo cual el enfrentamiento por la unificación de títulos entre Fury y Anthony Joshua corre peligro.
Son numerosos los contratiempos que han tenido los dos combates previos entre Fury y Wilder, el primero, disputado en diciembre de 2018 terminó en empate luego de 12 rounds mientras que en la última oportunidad que se vieron las caras, febrero de 2020, Fury sacó la mejor parte con un nocaut en el séptimo asalto.
En el contrato de esa pelea había una cláusula de revancha que obligaba a ambos peleadores a llevar a cabo un tercer combate, sin embargo, como el plazo expiró, Tyson Fury y su equipo consideraron que no estaban obligados contractualmente a una tercera pelea. Fue entonces que empezó la negociación con Anthony Joshua para unificar los cinturones de peso completo.
Ante la discrepancia sobre la interpretación del contrato, se recurrió a un mediador. Tras la revisión del caso, el mediador dictaminó que Wilder sí tiene derecho a una tercera pelea por contrato.
El pasado domingo 16 de mayo, Fury anunció que ya todo estaba resuelto y el 11 de agosto se realizará el enfrentamiento en Arabia Saudita frente a su compatriota británico, Anthony Joshua.
Sin embargo, en este momento no es claro si esta decisión del juez afecte a la pelea entre los ingleses, ya que todavía puede apelar. También existe la posibilidad de que el equipo de Fury llegue a un acuerdo con Deontay y paguen en los términos acordados dentro del contrato.