Anderson Silva regresa al octágono del UFC este sábado (11), en Rio – Gaspar Bruno
No hace tanto tiempo, pero fue en agosto de 2011 que una nueva era del MMA brasileño comenzó. Con la llegada de los eventos del UFC producidos por Zuffa en el país sudamericano, el deporte se convirtió en fiebre en Brasil y nuevos talentos surgieron. Y para la divulgación de este formato, un modelo fácil de entender fue puesto en práctica.
Los eventos fueron distribuidos por Brasil anualmente con derecho a un show numerado en la ciudad de Río de Janeiro, que contaba con la presencia de los mayores ídolos brasileños en el octágono – a esta altura abundantes y en buena fase. Tanto que en la primera cartelera realizada en la ciudad maravillosa fue encabezada por Anderson Silva, y el segundo por José Aldo.
Estos dos atletas citados, por cierto, representan exactamente el cambio ocurrido de 2011 hasta la fecha. En el pasado campeones imbatibles, Anderson y Aldo llegan al UFC 237 en un clima al mismo tiempo de nostalgia y de despedida. Al fin de cuenta, cerca del final de sus carreras, los peleadores deben presentarse en la ciudad por última vez y, ante la hinchada carioca, fomentar una cartelera que mezcla experiencia de grandes nombres con el brillo de la nueva generación.
Y es justamente por esta trama que la victoria o derrota de los dos no importa tanto. Al fin de cuentas, la despedida de dos de los mayores ganadores de la historia del MMA de la ciudad donde todo se consagró para la carrera de ambos por sí solo ya merece un punto destacado y garantiza un gimnasio lleno.
Que vengan nuevas generaciones de Aldos y Spiders aún mejores, y que ellas puedan reflejarse en estos veteranos para defender sus títulos en Brasil, contribuyendo así a la expansión del deporte y el surgimiento de nuevos talentos en el octágono.
