Los dos pesos pesados ligeros (93 kg) se enfrentarán este sábado (8) – Diego Ribas / PxImages
En la víspera del UFC 247, Dominick Reyes mencionó una práctica recurrente de Jon Jones que molesta a sus rivales: el ataque a la vista. El retador por el cinturón de peso semipesado (93 kg) dejó en claro que alertará al árbitro para que no sea víctima de las famosas «huellas digitales» del campeón. ‘Bones’ contrarrestó la declaración de su oponente al afirmar que esto es parte de su estilo de juego, y que el contacto visual no es premeditado, aunque es común en las MMA, según el estadounidense.
A través de una entrevista con el portal web MMA Fighting, Jones minimizó las estafas ilegales, asegurando que no sean intencionales y que existan reglas para castigar a los infractores. El estadounidense, incluso, recordó un episodio en el que sin tocar a su oponente, el juez responsable de la disputa le advirtió varias veces sobre la posibilidad de atacar el ojo.
“Lucho como lo hago. Agarro muchas manos (de los rivales) y, con el paso de los años, casualmente le di algunas huellas digitales a los ojos. Pero si crees que me entrené para poner a las personas en el ojo, piensa en lo ridículo que es. No entreno para golpear a mis rivales en el ojo. Luchamos con los dedos abiertos, y soy un luchador de extremo alcance, por lo que sucede”, minimizó el luchador.
“En mi última pelea con Gustafsson, el árbitro no se detuvo: ‘¡Cuidado con los dedos, Jon!’. Mis dedos ni siquiera estaban afuera, y él seguía gritándome, lo cual fue una tremenda distracción. Sé que Dominick también tiene un problema con ese movimiento, y ha estado hablando de alertar al juez antes de la pelea. Nada de esto importará, hombre. Siento que hicieron una regla basada en mí, no dejaré que esta ‘fama’ haga la diferencia”, agregó el campeón.
En caso de obtener la victoria, se especula un posible ascenso de Jones para los pesos pesados, ya que el estadounidense no encuentra desafíos reales en su categoría de origen. De esta manera, enfrentarse a rivales como Stipe Miocic y Francis Ngannou podría cambiar por completo esa dinámica.
