Jones fue liberado horas después del incidente tras pagar una fianza – Diego Ribas / PxImages
En pleno apogeo de su carrera pero sin una pelea programada para defender su cinturón de UFC, Jon Jones no respetó las leyes durante la cuarentena forzada debido a la pandemia de coronavirus que afecta al mundo. Este jueves (26), el campeón de la categoría peso semipesado (93 kg) fue arrestado una vez más y, nuevamente, por no respetar las leyes de tránsito, aunque esta vez sumó algunos factores agravantes a la situación.
Según el registro policial de la ciudad de Albuquerque, en los Estados Unidos, enviado al portal web MMA Fighting, Jones fue visto conduciendo en estado de ebriedad y bajo la influencia de sustancias ilegales. Para empeorar las cosas, el atleta, quien ya había sido detenido en otras dos ocasiones en el pasado, fue arrestado por otros tres delitos.
El primero se debe a que Jones no tenía pruebas de que su automóvil estaba asegurado (un hecho requerido por la ley estadounidense). Seguidamente, la policía encontró una botella de mezcal (una bebida mexicana similar al tequila) abierta en el vehículo y finalmente, el último crimen cometido por ‘Bones’ fue el uso negligente de un arma de fuego.
Por cierto, la policía habría ido al área donde Jones disparó el arma, alrededor de la una de la mañana. A su vez, el luchador negó haber disparado y espera a que se realicen las pruebas pertinentes a su arma. Sin embargo, el campeón de UFC falló las pruebas de ebriedad llevadas a cabo por la policía, incluido el alcoholímetro, el cuál habría registrado el doble de la cantidad permitida por las leyes del estado de Nuevo México.
Liberado tras pagar una fianza, el atleta aún debe responder sobre el caso. Como delincuente reincidente, el estadounidense ya había sido arrestado en 2012 cuando lo vieron conducir ebrio después de chocar su automóvil en el estado de Nueva York. Tres años después, el veterano de UFC escapó de un accidente automovilístico dejando una pequeña cantidad de marihuana en su vehículo.