Jon Jones defendió su cinturón de peso pesado sin mayores dificultades este sábado (17), en el UFC 309, en Nueva York (EE.UU.). Sin embargo, luego de la pelea, ignoró los pedidos de Dana White para enfrentar a Tom Aspinall, actual campeón interino, y declaró que quería un enfrentamiento con el brasileño Alex ‘Poatan’ Pereira.
Aunque esta pelea parece descartada por el presidente de UFC, la pelea contra Poatan se convirtió en la elección natural para Jones, luego de la impecable temporada del brasileño en el octágono. Con tres defensas exitosas de su cinturón de peso semicompleto en solo siete meses, Pereira comenzó a considerar la posibilidad de una superpelea como peso pesado. En este escenario, el enfrentamiento promete ser uno de los acontecimientos de mayor atractivo mediático en la actualidad.
“No me preocupa Aspinall, quiero a Pereira. Eso es lo que quiero hacer. Creo que si UFC quiere que regrese, esta es la pelea que hay que hacer. Dejé muy claras mis intenciones y pensé que todos entenderían este punto. Puedo jubilarme si quiero. Entonces, dame la pelea que quiero”, declaró Jones durante la conferencia de prensa posterior al evento.
¿Aspinall descartado?
En los últimos días, el peleador ya había manifestado interés en este enfrentamiento hasta el punto de considerar abandonar el cinturón de peso pesado para enfrentar a Alex Pereira en un peso capturado, posiblemente incluso disputando el cinturón BMF. Con esta decisión, Tom Aspinall quedó automáticamente descartado de los planes de Jones.
“Las pequeñas cosas que él (Aspinall) hace me irritan. Sé que para ustedes (periodistas) es entretenimiento, pero para mí es irritante. No me gusta. Al final del día, si le doy la oportunidad de pelear conmigo, quiero ser muy bien recompensado por ello. Mi vida es perfecta sin él. No lo necesito para nada, pero él me necesita a mí”, dijo el campeón de peso pesado.
A sus 37 años, Jon Jones tiene un récord de 28 victorias y solo una derrota. Curiosamente, su único revés fue contra Matt Hamill, en diciembre de 2009, debido a una descalificación por codazos considerados ilegales por el árbitro, una decisión que Jones cuestiona hasta el día de hoy.
