El pasado sábado (21), gran parte de la comunidad de MMA se mostró extremadamente frustrada tras la polémica interrupción del combate entre Magomed Ankalaev y Johnny Walker. Al igual que los aficionados, el peleador brasileño también se mostró decepcionado con el resultado del choque, que fue parte de la cartelera principal del UFC 294, en Abu Dhabi (EAU). Luego de que la pelea terminó sin resultado, el peso semicompleto (205 lb) de Belford Roxo narró con gran detalle la conversación que tuvo con el médico que lo evaluó dentro del octágono.
Al participar en el programa ‘The MMA Hour’, Walker recordó que, a pesar de que el inglés no es su lengua materna, la barrera del idioma no fue un obstáculo en la situación. Tras recibir un rodillazo ilegal en la cara por parte de Ankalaev, el brasileño destacó que le dijo al árbitro que era capaz y que le gustaría seguir en la pelea. Sin embargo, el malentendido surgió cuando el médico preguntó dónde se encontraba, con el fin de comprobar su aptitud para seguir compitiendo.
“Me preguntó si quería seguir luchando. Dice que sí’. Él preguntó: ‘¿Dónde estás?’ No quería dar una respuesta incorrecta porque estaba ansiosa cuando él estaba tomando esta prueba, quería decir la respuesta correcta. Pensé en decir Abu Dhabi, pero luego dije: ‘Bueno, estoy en el maldito desierto, hermano’. Estoy aquí, estoy bien. En el desierto, en Medio Oriente’. Sé hablar bien el inglés. El médico tampoco hablaba su lengua materna y tenía mucho acento. Pero entendí lo que dijo. Traté de explicar y dar la respuesta correcta, pero en medio de la situación, tal vez porque estaba peleando por la oportunidad por el título y todo, mi mente iba a mil por hora. Recibí el golpe en la cara y estaba bien para pelear. Es complicado, porque estás luchando por tu vida, tu carrera, posiblemente obteniendo una oportunidad por el título más adelante, y todo termina. Es muy decepcionante”, dijo Johnny Walker.
Ataque de ira del octágono
Después de que el árbitro cumpliera la orden del médico y pusiera fin al duelo en el primer asalto, Johnny Walker perdió los estribos e intentó atacar a Ankalaev, pero fue detenido por los guardias de seguridad. El ataque de furia del brasileño fue, según él, una respuesta reactiva a la frustración de ver perdida de esta manera la oportunidad de posiblemente competir por el cinturón de la categoría.
“Estaba tratando de demostrar que estaba bien. Me estaba desesperando un poco porque no quería que la pelea terminara. Entrenamos tan duro para ese momento que estaba desesperado en ese momento. No me dieron tiempo para calmarme, recuperarme. Si me hubieran dado una patada baja, habría tenido cinco minutos para recuperarme. Sufro un rodillazo ilegal en la cara y no tengo nada de que recuperarme. Yo dije: ‘Quiero seguir luchando, peleemos de todos modos, carajo’; Es mucho trabajo duro. Sueños, carrera, mucha gente depende de mí. Mi familia, mi futuro. Yo estaba como, ‘¿Qué carajo es esto? Entonces pelearé con todos aquí’. Me estaba volviendo loco”, recordó.
Ahora queda por ver qué medidas tomará la alta dirección de UFC para intentar superar y minimizar el ‘desastre’ del pasado sábado. Algunos aficionados consideran justa una revancha inmediata entre Magomed Ankalaev y Johnny Walker.