Este sábado (13), en el UFC 300, en Las Vegas (EE.UU.), Jéssica Andrade se enfrentará a una rival inédita en su carrera, pero que sigue siendo una vieja conocida: Marina Rodríguez. Su rival es dirigido por su principal entrenador Gilliard Paraná, líder del equipo ‘PRVT’. Gracias a sus conexiones mutuas, el dúo brasileño ha perfeccionado sus habilidades juntos en el pasado. Con un historial de entrenamiento con la striker riograndense, ‘Bate-Estaca’ resalta esos antecedentes y asegura que sabe cómo se comporta su oponente dentro del octágono.
En entrevista exclusiva con el equipo de Ag Fight, la excampeona de peso paja (115 lb) consideró que un posible enfrentamiento con Rodríguez terminaría ocurriendo debido a la gran presencia de atletas brasileños en el ranking de la categoría -hay ocho representantes dentro de la cima 15-. Pese al escenario, Bate-Estaca destacó que afrontará la situación con profesionalismo y, en tono de buen humor, sugirió un ‘regalo’ a quien gane la pelea en UFC 300.
“Estoy más que preparada, ya he entrenado con Marina varias veces en el pasado. Entonces sé cómo es su juego. Además, es imposible no ver peleas de UFC. Ahora no hay mucho que hacer, dentro de la categoría de las 115 lb solo hay mujeres brasileñas, del 4º al 9º lugar del ranking. Así que no había ningún otro lugar adonde huir. Ya peleé con Tatiana, con Lemos. Quizás sería Virna, pero peleó contra Godínez. Al final, solo Marina quedó fuera de todas las chicas. Se lo ofrecieron y ella aceptó, para mí tampoco estuvo mal porque me gusta pelear con mujeres más altas, y Marina es más alta que yo. Tiene un buen estilo de golpeo, es un desafío para mí. Así que va a ser una muy buena pelea, aunque hemos entrenado juntos algunas veces, tenemos el mismo manager y booker, eso está bien para mí. Es otro día de trabajo y se acabó. El que gana paga la cena (risas)”, destacó la excampeona.
UFC 300 y la ‘ruptura del acuerdo’
Cuando aún buscaban un lugar destacado en el MMA profesional, Marina Rodríguez y Jéssica Andrade acordaron no enfrentarse debido a su relación amistosa y mutua con el maestro Paraná. La excepción a la regla sería una posible pelea por el cinturón de la compañía. En UFC 300, sin embargo, el acuerdo se ‘rompió’, pero por una buena causa. Escalado a un hecho histórico para la empresa, Bate-Estaca y Rodríguez podrían acercarse a una pelea por el título si ganan en el ‘T-Mobile Arena’, de Las Vegas (EE.UU.).