Jennifer Maia destaca nueva estrategia para vencer el peso y descarta subir de categoría

Este sábado (1), Jennifer Maia se enfrenta a Joanne Calderwood en el evento principal del UFC Las Vegas. Sin embargo, la primera batalla que se gana tiene lugar en la víspera de la pelea. Con dos fallas seguidas en el pesaje, la peso mosca (57 kg) debe demostrar a la organización que puede permanecer en la categoría de origen.

En una entrevista exclusiva al informe de Ag.Fight, la brasileña justificó los errores que la llevaron a no superar el límite de peso de la división anteriormente y destacó la nueva estrategia esbozada por su equipo para que la falla de la báscula no vuelva a suceder en el pesaje de este viernes (31). En tal sentido, Maia enfatizó que, a pesar de la dificultad reciente, no tiene interés en ascender de categoría, ya que, en su opinión, terminaría teniendo una desventaja física contra los oponentes del peso gallo (61 kg), especialmente en altura y alcance.

“Hubo errores estratégicos. Estaba con una nutricionista muy reciente y ella todavía no tenía el conocimiento específico de este mundo de lucha. Entonces, se agregaron errores estratégicos a las hormonas femeninas que terminan cambiando con los años. Después de este segundo error en la balanza, profundizamos para buscar respuestas y corregir este error. Ya he corregido el error durante mi entrenamiento, por lo que no vuelve a ocurrir cuando se trata de alcanzar el peso. Arreglamos la estrategia, en la que he estado manteniendo mi peso más bajo, incluso antes de la pelea, para estar bien en el momento del pesaje”, explicó Jennifer Maia, antes de descartar el deseo de ascender en la categoría.

“Ya lo habíamos pensado (subiendo de categoría). Incluso lo comentaron porque resultó que no alcanzó el peso. Pero no es algo que quiera. El equipo que trabaja conmigo también sabe que para mí no es el mejor, debido a mi biotipo, mi altura. Esta es mi categoría, el peso mosca. Permaneceré en él, corrigiendo errores, y no tengo la intención de ascender en la categoría. Especialmente porque la estructura física de los atletas en la categoría superior ya es un poco más grande y creo que estaría en desventaja”, destacó.

Al subir inicialmente para enfrentar a su compatriota Viviane Araújo el 27 de junio, Jennifer Maia vio tanto la fecha de su confrontación como el cambio del oponente en el último minuto, ambos debido a la pandemia del nuevo coronavirus. La crisis de salud global sirvió como otro obstáculo más para ser superado por la ‘carioca’, quien tuvo que adaptar su entrenamiento en casa. Aunque tenía la ventaja de estar casada con su entrenador, el peso mosca todavía vio reducir la fuerza laboral en las etapas finales de preparación, debido al aumento en el número de casos en su ciudad y la precaución adoptada, especialmente después de vea a su oponente original siendo retirado de la tarjeta precisamente por dar positivo en COVID-19.

«Mucho ha cambiado. Pasé la mayor parte del día en el gimnasio, entrenando o enseñando. Logré mantener mi entrenamiento en casa, tengo la ventaja de que mi esposo es mi entrenador. Entonces, logré mantener el ritmo de entrenamiento técnico, preparación física, tengo espacio en mi casa. Entonces, con eso logré mantenerme en forma. Pero era muy diferente de un campamento normal, donde vamos al gimnasio, hay mucha gente para intercambiar entrenamientos. Tuvimos que adaptarnos y aprender a entrenar de una manera diferente”, apuntó, antes de comentar sobre el período final del campamento.

“Tuvimos que restringirlo aún más (el número de personas en entrenamiento) porque en mi ciudad el pico de la enfermedad ha llegado, en el último mes. Así que tuvimos que restringirlo aún más, con mucho miedo de que ocurriera algo que me impidiera luchar. Pero logramos mantener un número mínimo de personas para mantener la capacitación”, reveló.

Ante un cambio de oponente de último minuto, la brasileña se enfrentará a Joanne Calderwood, actualmente tercera en el ranking de peso mosca final y que fue considerada la próxima retadora al cinturón de la entidad, actualmente bajo el poder de Valentina Shevchenko, quien se está recuperando de lesiones. Consciente de la posibilidad de «robar» la posición de la escocesa, que aceptó el duelo contra Maia para mantenerse activa mientras la campeona no vuelve al octágono, Jennifer Maia apuesta por el trabajo mental desarrollado recientemente para poder mostrar en la lucha el potencial que, según ella, se ha presentado solo en el entrenamiento.

“Trabajé mucho en el lado mental, porque puedo desarrollarme mucho mejor en el entrenamiento que en la lucha. Entonces, mi equipo y yo trabajamos duro para poder dejar ir y desarrollar todo lo que sé, toda la experiencia que tengo en la pelea. Este es el diferencial que presentaré en esta pelea. Tengo un entrenador, con quien he trabajado desde mi primera pelea en el UFC. Ella me ha estado ayudando con esto, y su trabajo está asociado con el trabajo de todo el equipo que me capacita. Es un esfuerzo conjunto y está siendo muy agradable”, destacó, antes de comentar sobre el cambio de oponente.

“Creo que una hermosa victoria sobre ella puede convertirme en la próxima retadora. Jojo ya era un atleta que vimos la posibilidad de enfrentar por algún tiempo, debido al estilo de lucha, que es muy similar al mío. Y cuando hice un campamento donde entrené todo, para poder pelear donde me siento más cómodo, para que la estrategia permaneciera igual, simplemente cambiamos el enfoque del oponente”, concluyó.

La ex campeona peso mosca de Invicta FC, Jennifer Maia compite por el UFC desde 2018. Para la principal organización de MMA en el planeta, la nativa de Curitiba tiene dos victorias y dos reveses, y ocupa el sexto puesto en la división de la división de 57 kg de Ultimate.