La victoria por decisión unánime de los jueces sobre Casey O’Neill en la cartelera principal del UFC 286, en Londres (Inglaterra), dejó a Jennifer Maia feliz, pero no completamente satisfecha. A pesar de dominar gran parte de las acciones en la pelea de pie, la brasileña quiso mostrar su grappling durante el combate, pero, según ella, se lo impidió una situación controvertida.
En la conferencia de prensa posterior al espectáculo, Maia declaró que sintió algo diferente en su oponente durante los intercambios de agarre. En opinión de la exretadora por el cinturón del peso mosca de la UFC, Casey O’Neill estaba «resbaladiza» más allá de lo normal, lo que obstaculizó su estrategia de usar el grappling y la obligó a priorizar sus golpes, estrategia que al final le terminó funcionando.
“Estoy contenta con mi desempeño, pero tengo mucho más que mostrar. Tenía muchas ganas de mostrarles mi juego de suelo, pero Casey era demasiada resbaladiza, demasiado aceitosa y eso realmente me confundió. Escucha, no quiero acusarte así, puedes humectar la piel, pero definitivamente sé que no fue solo sudor», detalló Maia.
“La primera vez que nos involucramos me di cuenta, tan pronto como nuestros cuerpos lucharon contra la barandilla. Tengo un juego de cuadrícula muy fuerte y sentí que era extremadamente difícil agarrarla porque estaba muy resbaladiza. Así que tuve que abandonar eso y dedicarme al boxeo”, añadió Maia.
Tras el resultado obtenido en UFC 286, Jennifer Maia conquistó su segunda victoria consecutiva y salió definitivamente de la mala etapa que atravesó a principios del pasado año, cuando sufrió dos derrotas seguidas y se alejó de lo más alto del ranking femenino del peso mosca. La brasileña, octava en el top 15 de la división, puede volver a soñar con una nueva carrera hacia la ‘oportunidad por el título’ de la categoría.
