En medio de las repercusiones de las escenas de salvajismo que marcaron el final de Spaten Fight Night 2, Jean Silva, atleta de peso pluma (145 lb) de UFC, comentó en exclusiva a Ag Fight sobre el impacto negativo del episodio que involucra a dos de los nombres más respetados en la historia del deporte: Acelino «Popó» Freitas y Wanderlei Silva. Para el brasileño, lo más preocupante es que, además de los protagonistas del duelo, los integrantes de las esquinas también son figuras históricas de las artes marciales.
Según Jean, la situación se vuelve aún más delicada por el simbolismo de los nombres involucrados. Ídolos consagrados como Fabrício Werdum, Wanderlei Silva, André Dida y el propio Popó contribuyeron al crecimiento del deporte, y verlos en medio de una confusión generalizada representa un contraste con los valores que ayudaron a construir.
«Lo que se puso muy feo fue porque, no solo los dos atletas, sino los equipos están hechos de leyendas, ¿verdad? Por un lado teníamos a Wanderlei, Werdum y André Dida. En el otro lado teníamos a Popó y a la multitud de Popó. Lo que estoy tratando de decir: son leyendas. Todos. Tanto la esquina como los atletas. Y, desafortunadamente, eso sucedió», dijo el peleador, quien estuvo presente en Spaten Fight Night 2 e incluso subió al ring para tratar de romper la confusión.
El representante de Fighting Nerds también destacó que el impacto negativo del episodio se agrava precisamente porque involucra nombres experimentados. Para él, si el incidente hubiera ocurrido entre atletas de la nueva generación, el juicio público podría ser más indulgente.
«Creo que si fueran dos hombres de la generación actual, dirían: ‘Oh, son jóvenes. Está bien’. Pero ahora, ver a estas leyendas entrar en esta pelea y causar este caos es molesto», agregó Jean, mostrando respeto, pero también frustración por lo sucedido.
Memoria del ‘casi’
El tema de las peleas en equipo y el clima emocional posterior a la pelea no es nada nuevo para Jean. En Noche UFC, en septiembre, vivió una situación similar cuando fue noqueado por Diego Lopes. Después de la pelea, incluso visiblemente aturdido, le molestó la postura de su rival hacia su esquina y terminó empujando a su compatriota.
«Lo que diré es que su codo se enganchó y no recuerdo mucho. Tal vez me emocioné mucho al verlo mostrar su dedo y maldecir mi esquina. Y no es mi rincón, es mi familia. Así que creo que el instinto de defender a mi familia habló más fuerte», dijo el brasileño.
A pesar de la tensión de ese momento, Jean evita las comparaciones directas con la confusión del evento de Spaten. El peso pluma reconoce que los ánimos pueden estallar, pero refuerza que depende de los atletas mantener el control, especialmente cuando existe el riesgo de que la situación adquiera mayores proporciones.
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