Jason Miller miró a su alrededor y esta vez encontró un gran problema con el que lidiar. El 10 de septiembre, el excombatiente de la UFC fue detenido en Los Ángeles (EE.UU.), acusado de cometer violencia doméstica y resistirse al arresto. Si es declarado culpable, el veterano podría enfrentar una sentencia de prisión potencialmente larga, ya que su historial criminal es extenso.
Es cierto que Miller se declaró inocente de ambos cargos, pero son delitos en el estado de California. Según el sitio web ‘TMZ Sports’, la policía respondió a una llamada de una mujer que tuvo una pelea con el exluchador de la UFC y se quejó de su comportamiento. La víctima en cuestión tenía hematomas en la cara y el cuello. Como resultado, ‘Mayhem’ supuestamente se encerró en el baño al notar la llegada de la policía, se resistió al arresto y tuvo que ser electrocutado antes de ser detenido.
Debido a que Miller tiene un largo historial criminal, incluyendo su paso por la cárcel, podría enfrentar una sentencia aún más severa si es declarado culpable de los delitos. Según el código penal de California, es probable que una persona acusada de violencia doméstica y previamente condenada reciba una sentencia de prisión aún más larga.
Según los registros, Miller permanece detenido y su próxima audiencia está programada para el 25 de octubre. Originalmente, el pago de la fianza estaba fijado en un millón trescientos mil dólares, pero ahora se ha reducido a 150 mil dólares, que aún no se ha pagado. Vale la pena recordar que ‘Mayhem’ experimentó una situación similar en 2017. En ese momento, el exluchador de la UFC se declaró culpable de un cargo de violencia doméstica.
Jason Miller, de 40 años, es conocido por la policía. Además de los delitos de violencia doméstica, ‘Mayhem’ ya ha sido condenado a un año de prisión por vandalismo y violación de una orden de protección, y a otro año de cárcel por vandalismo e intento de robo. El veterano también tuvo problemas con conducir ebrio, intento de asalto a oficiales de policía y allanamiento de morada. El caso más conocido ocurrió en 2014, cuando el estadounidense se vio envuelto en un impasse con un equipo SWAT y transmitió el evento en vivo.