El sábado (12), en el UFC Vegas 78, el padre de Jaqueline Amorim ganó un regalo del Día del Padre con un día de anticipación. Después de todo, su hija brilló y venció por sumisión a Montserrat Conejo en el tercer asalto. Feliz con su primera victoria en la principal liga de las MMA del mundo, la luchadora se mostró emocionada de dedicar el resultado a su padre.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight luego del evento, Jaqueline elogió el papel de su padre en su vida y carrera, quien la crió sola y ayudó a la joven a dar sus primeros pasos como atleta profesional. Al recordar su relación amorosa con su patriarca, la peso paja (115 lb) no contuvo las lágrimas.
“Mi sueño es pelear en Brasil frente a mi padre, quien es mi mayor inspiración. Mañana es el día del padre, así que esta victoria también es para él. Hoy, antes de entrar al octágono, me envió un mensaje por ‘Whatsapp’, casi lloré cuando entré allí. Eso fue más combustible para mí. Pensé: ‘Voy a entrar allí y llevarle esta victoria a mi padre’. Porque fue un padre soltero que me crió desde que nací. Mi primer fan, él es la razón por la que estoy aquí hoy. Esta victoria es para ti, papá. ¡Te amo!”, dedicó Amorim.
Evolución y alivio
Tras debutar en UFC con un tropiezo en abril de esta temporada, Jaqueline predicó paciencia para alcanzar la ansiada primera victoria en la organización. En el UFC Vegas 78, el sábado pasado, la brasileña presentó una versión más madura dentro del octágono y venció a su oponente sin miedo, con una actuación dominante.