Israel Adesanya no solo encuentra problemas en el octágono. El pasado domingo (24), el excampeón del peso mediano del UFC se declaró culpable de un cargo de conducir en estado de ebriedad en Nueva Zelanda en agosto. La información fue difundida por el portal web ‘The New Zealand Herald’.
Según el reporte, el polémico episodio protagonizado por Adesanya se produjo tres semanas antes de la dura derrota que sufrió ante Sean Strickland, en una pelea celebrada el pasado 9 de septiembre, en Australia. En ese momento, el nigeriano conducía un vehículo en Auckland y, en la prueba realizada cuando lo detuvo la policía, mostró 87 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre en su cuerpo, por encima del límite legal de 50 miligramos en Nueva Zelanda. Por ello, en la audiencia celebrada el pasado domingo, el luchador admitió su culpabilidad en el caso.
“Quiero pedir disculpas a la comunidad, a mi familia y a mi equipo por la decisión que tomé de ponerme al volante después de beber en la cena. Estoy decepcionado con mi decisión de dirigir. Fue equivocado. Sé que la gente puede seguirme y quiero que sepan que no creo que este comportamiento sea aceptable”, afirmó el luchador en declaraciones a ‘The New Zealand Herald’.
Posible castigo
Según el informe, la audiencia de sentencia de Israel Adesanya está prevista para el 10 de enero. Si el excampeón del UFC es declarado culpable, la pena máxima por conducir en estado de ebriedad en Nueva Zelanda es de tres meses de prisión o una multa de 2.600 dólares.