Hace exactamente diez años, la UFC promovió su primera lucha entre mujeres en la historia. El 23 de febrero de 2013, Ronda Rousey y Liz Carmouche marcaron sus nombres en los libros de historia del deporte cuando ingresaron al octágono más famoso del mundo y allanaron el camino para el desarrollo de las MMA femeninas en la organización más importante del mundo.
En ese momento, en medio de incertidumbres y prejuicios, la práctica de las MMA seguía ligada en gran medida al género masculino. El presidente de la UFC, Dana White, incluso verbalizó que nunca promovería una pelea entre mujeres en su empresa. Sin embargo, el fenómeno Ronda Rousey hizo cambiar de opinión al empresario y vio una buena oportunidad de mercado.
Medallista olímpica y luego invicta en artes marciales mixtas, la judoka impresionó al mundo con sus actuaciones dominantes en Strikeforce, donde fue campeona de peso gallo (135 lb). Definida por Dana White como el “paquete completo”, por combinar habilidades deportivas con su belleza y carisma, ‘Rowdy’, como se la conoció, fue contratada por la UFC en diciembre de 2012.
Ronda Rousey atrajo tanto las miradas del mundo que, antes de su enfrentamiento con Liz Carmouche, la estadounidense recibió el cinturón inaugural de la UFC y la fatídica pelea ya contaba como defensa del cinturón para la judoka. Fue tal la demanda por el debut de las mujeres en la UFC con ‘Rowdy’ en el punto de mira, que los pesos gallo protagonizaron el ‘evento estelar’ del UFC 157, que contó con estrellas consolidadas de la empresa, como Lyoto Machida, Dan Henderson y Urijah. Faber.
Dueña de un estilo implacable, Ronda llegó al enfrentamiento con seis triunfos en seis combates, todos ellos por sumisión vía armbar en el primer asalto. El dominio del estadounidense se pondría a prueba, esta vez, dentro del mayor evento de las MMA del mundo.
Los primeros segundos del partido sorprendieron a la afición, que vio por primera vez a Ronda en apuros. Tras intentar aplicar un derribo, la campeona abrió un hueco y vio a Carmouche atacarla por la espalda. Con un fuerte estrangulamiento trasero desnudo, Liz casi ajusta el marcador, pero Rousey logró liberarse del agarre y revertir la situación en el suelo.
La judoka no tardó en poner su ritmo de lucha y conseguir la montura. Una vez arriba, a pocos segundos del final del primer asalto, Ronda se abalanzó sobre el brazo de Carmouche, obligando a su rival a dar los ‘tres toques’ en señal de retirada, conquistando así su séptima victoria por vía rápida y ampliando su invencibilidad. en el deporte
Una estrella instantánea de la UFC, Ronda aún defendería su título en otras cinco oportunidades dentro de la liga presidida por Dana White. La judoka alcanzó cotas muy altas de popularidad y se convirtió en un espejo para los jóvenes luchadores al ser uno de los deportistas mejor pagados de la UFC, sin importar el género.
El fenómeno ligado a su nombre fue sumamente valioso para que las MMA femeninas se consolidaran en la UFC. Después de alejarse del deporte, a Ronda se le reconoció su espíritu pionero y fue incluida en el ‘salón de la Fama’, además de ser definida por Dana White como «la persona adecuada en el momento adecuado».
Actualmente, diez años después del histórico enfrentamiento entre Liz Carmouche y Ronda Rousey, las mujeres han conquistado su espacio como protagonistas dentro de la UFC. Actualmente, las MMA femeninas tienen cuatro categorías de peso distintas dentro de la UFC: peso paja (115 lb), peso mosca (125 lb), peso gallo (135 lb) y peso pluma (145 lb), además de 259 atletas contratadas dentro del equipo de la empresa.
