Gabriel Silva, hijo del ex campeón de peso mediano (84 kg) Anderson Silva, lleva la carga del legado de su padre, pero esta presión no parece afectarle. Con tan solo 22 años, el atleta aseguró dos cinturones en muay thai amateur en su primer año.
El viernes pasado (28), siete meses después de su debut, Gabriel venció a Christian Williams, hasta entonces invicto, por nocaut técnico en la tercera ronda. En la pelea, el brasileño, como un buen Silva, aplicó golpes, patadas y rodillas durante toda la pelea. Con esta victoria, ganó el cinturón de peso medio ISK (Federación Internacional de Kickboxing), así como el título FightersRep de menos de 74 kg.
Frente a esto, las expectativas son cada vez más altas para que el luchador siga los pasos de ‘Spider’ (apodo de su padre) y comience su carrera en MMA. En una entrevista con el sitio web ‘MMA Fighting’, Gabriel declaró que no prevé esta transición «por ahora». Sin embargo, el joven no descartó la posibilidad de competir algún día en MMA, centrándose en las comparaciones con su padre.
“En mi cabeza, quiero entrar allí porque los mejores atletas del mundo están en el UFC. Quieres brillar y demostrar que estás entre los mejores. Este es el objetivo en el UFC”, dijo Gabriel, enfatizando que no quería seguir este camino solo porque su padre fue, según él, el mejor de la historia.
“Para demostrar que soy tan bueno como mi padre, para mí, no diría que es irrelevante, pero no es lo que se me ocurre. Mi padre construyó su historia y ahora debo construir la mía”, agregó el atleta.
