La tercera victoria consecutiva de Gabriella Fernandes en UFC tuvo un peso aún mayor del que el público podía imaginar.
Tras dominar a Julija Stoliarenko por decisión unánime en UFC Vegas 109, celebrada el sábado pasado (9), la brasileña reveló que entró al octágono con un problema en la muñeca, que se agravó, de hecho, durante el calentamiento previo a la pelea.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, la luchadora explicó que desde finales de 2024 sufría una inflamación ósea en la mano, lo que la mantuvo fuera de su primera pelea del año. Aunque se recuperó lo suficiente para competir, las molestias regresaron tras un golpe mal conectado durante los últimos minutos de preparación para su pelea contra la lituana.
«De hecho, mi manita lleva bastante tiempo lastimada. Luego me recuperé, por eso no peleé en la primera pelea del año. Ahora me lastimé un poco, pero fue durante el calentamiento con mi entrenador. Y durante la pelea, también empeoró un poco», dijo.
Recuperación ‘complicada’
A pesar de las molestias, la atleta de ‘MMA Masters’ aseguró que no se trata de una fractura y que el tratamiento no requiere cirugía. Sin embargo, la recuperación es más lenta debido a la intensidad de su rutina de entrenamiento.
«Mi lesión no es una fractura. Antes de ir a pelear en China en noviembre, ya tenía inflamación ósea. Así que no hay forma de operarme; solo tengo que esperar a que mi cuerpo reaccione. Pero no dejo de entrenar, y luego voy allí y me lastimo un poco. Por eso tardo más. Y me lastimo más golpeando a mi entrenador, que se siente como una roca», bromeó con ligereza.
Con este resultado positivo, Gabriella Fernandes logró su tercera victoria consecutiva en la organización y consolidó su recuperación tras un inicio inestable en UFC. Este buen momento la ha posicionado como una posible nueva integrante del top 15 de peso mosca (125 lb), además de consolidar su presencia entre las estrellas emergentes de la división, a pesar de tener que luchar duro.