El pasado sábado (4), Dana White anunció que Conor McGregor y Michael Chandler se enfrentarán durante la temporada 2023, tras ser confirmados como los entrenadores de la 31 edición de ‘The Ultimate Fighter’. Aunque todavía no hay una fecha establecida, una cosa es segura. El duelo entre los pesos ligeros (155 lb) no debería darse antes de julio de este año, ya que, actualmente fuera del programa de la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA por sus siglas en inglés) , la estrella irlandesa necesitaría al menos seis meses de pruebas para estar en forma para competir de nuevo en la UFC.
Más allá del período de seis meses, Conor tendría que dar negativo en al menos dos intentos para volver a ser elegible para pelear en la empresa. La temporada ‘TUF 31’ arranca en mayo, pero eso no será un problema para ‘Notorious’, ya que la USADA no exige ningún tipo de control antidopaje a los profesionales que ejercen la función de entrenadores.
“Como hemos confirmado antes, hasta la fecha, Conor McGregor no se ha vuelto a inscribir en el programa de pruebas de la USADA, en el que debe estar un mínimo de seis meses y tener al menos dos pruebas negativas antes de cualquier tipo de competencia. Por razones obvias, los capacitadores no están en nuestro programa y no hay ningún requisito de que estén allí solo para capacitar. Si finalmente hay un plan para que los entrenadores peleen entre sí, entonces tendría que ingresar al programa de pruebas durante al menos seis meses, además de tener dos pruebas negativas antes de cualquier pelea”, explicó un representante de la USADA en un comunicado.
La estrella principal de las MMA, McGregor no ha competido desde julio de 2021, cuando se lesionó la pierna durante la pelea contra Dustin Poirier. Excampeón pluma (145 lb) y ligero de la compañía, ‘Notorious’ ya coqueteó con la posibilidad de volver a la acción en la categoría wélter (170 lb) para buscar un eventual tercer cinturón en la compañía.