La UFC se encuentra enfrentando un juicio ante los tribunales por una ‘demanda antimonopolio’, en la que alegan que la empresa utiliza prácticas ilegales para reducir el margen de crecimiento de sus competidores y, así, establecer su monopolio en el mercado. Entre los documentos utilizados como prueba en el casos se filtró una conversación en la que Dana White, presidente de la organización, se refiere a la figura de Jon Jones -considerado el más grande-. de todos los tiempos de las MMA – con malas palabras.
El mensaje de conversación filtrado y puesto a disposición por la web ‘MMA Fighting’ procede de 2014 entre Dana y Lorenzo Fertitta, en aquel momento director ejecutivo (CEO) de UFC. En ese momento, los directivos buscaban renovar a Jones con un contrato de al menos cinco peleas más. La renovación, sin embargo, se enfrentó a desacuerdos entre las partes. El deseo de White era que ‘Bones’ protagonizara una revancha con Alexander Gustafsson, mientras que el estadounidense quería enfrentarse a Daniel Cormier.
Además de los desacuerdos, una aparente solicitud de aumento salarial por parte de Jon Jones también pareció molestar a Dana. En un tono de desahogo, el dirigente le habló a Lorenzo Fertitta de una manera irresponsable y vio la revelación de esta conversación casi una década después.
Extracto filtrado de la conversación
“¿Qué pasa con Jones? ¿Se ha enderezado o sigue siendo un sinvergüenza?”, supuestamente le preguntó Dana a Fertitta.
“Sigue siendo un idiota, pero estamos más cerca. Aún no hemos logrado ningún progreso en la (cuestión) del dinero, pero envié una carta con un ultimátum”, respondió Fertitta, antes de escuchar la réplica de White.
«¡Preguntarse! Que se joda esta m***, Lorenzo. Necesita saber que no lo necesitamos, o nos va a joder más de lo que ya nos jodió”, dijo el presidente del UFC.
Demanda antimonopolio contra UFC
Las tácticas de negociación adoptadas por UFC están en el centro de una disputa legal. Los demandantes alegan que la compañía infringe la ley al «encerrar» a los atletas en contratos a largo plazo, impidiendo que los competidores entren en el mercado de las MMA, sumado a la búsqueda de los luchadores elite. Los demandantes alegan que dichos contratos eran parte de un plan ilegal para reducir los salarios de los luchadores y reclamar daños y perjuicios a UFC que podrían sumar más de mil millones de dólares. Se espera que el caso llegue a juicio en abril.
