Después de perder el cinturón de peso mosca (125 lb) en una inédita tetralogía contra Brandon Moreno, Deiveson Figueiredo decidió cambiar el rumbo de su carrera y subir de categoría de peso. Y, al menos hasta ahora, con dos victorias en dos peleas en el peso gallo (135 lb), la decisión demostró ser la correcta. Más allá del ámbito deportivo, el ‘God of War’ celebra una versión más saludable dentro del octágono, lejos del recorte de peso más severo de antaño.
En una entrevista exclusiva con el equipo de reporteros de Ag Fight, Deiveson admite que subir de peso fue una sabia elección en la gestión de su carrera. Tras acumular victorias ante Rob Font y, el pasado sábado, en UFC 300, ante Cody Garbrandt, el atleta brasileño minimizó cualquier tipo de desventaja física ante sus nuevos rivales en las 135 libras.
«Fue la decisión correcta (ascender). Soy un tipo que tiene 36 años. Lo único que quiero ahora es mantener mi cuerpo sano, poder entrar sano al octágono y ganar, porque es ganando que construimos nuestras historias y tenemos las mejores oportunidades. No me siento pequeño para la máxima categoría, soy un tipo normal. No soy alto, porque si lo fuera, estaría demasiado flaco y perdería fuerza. Soy un tipo muy fuerte para la división y me siento muy saludable, para entrar y pelear cinco asaltos sin cansarme», dijo Daico.
Con la vista puesta en el segundo campeonato
En la cartelera de UFC 300, Deiveson logró una hazaña sin precedentes al convertirse en el primer oponente en someter a Garbrandt en 20 peleas profesionales de MMA. Ante una marca de esta magnitud ante un ex campeón de la división, el brasileño busca una oportunidad para competir por el cinturón de peso gallo. Ex campeón de las 125 lb, Figueiredo busca el estatus de ‘bicampeón’ de la UFC.
«Pedí (el cinturón) porque, como dije, Cody es un tipo que tiene un nombre increíble, un nombre muy pesado. Llevo seis años en la UFC, nunca he visto a nadie someterlo como lo hice hoy. Así que espero tener la oportunidad de pelear por el cinturón», dijo el brasileño.
A sus 36 años y revitalizado en la nueva categoría de peso, Deiveson parece haber encontrado un combustible extra para competir al más alto nivel en la recta final de su carrera. A lo largo de su carrera como profesional de MMA, el atleta de Pará suma 23 victorias, tres derrotas y un empate.