Tener una enorme aptitud para una actividad no necesariamente te hace disfrutar haciéndola. Al menos eso es lo que indica Georges St-Pierre, ex campeón de peso welter de la UFC (170 lbs) y peso mediano de la UFC (185 lbs). Ampliamente considerado como uno de los mejores luchadores de todos los tiempos, el canadiense ahora admite, ya retirado, que la lucha no estaba en su lista de ocupaciones favoritas.
En una entrevista con el podcast ‘The Complex Sports’, St-Pierre tomó por sorpresa a la comunidad de MMA al revelar que no simpatizaba con la actividad que realizaba profesionalmente durante años. La justificación de su reclamo, según él, tiene una conexión directa con los problemas psicológicos propios de los deportes de combate, motivados por el miedo a posibles derrotas y lesiones. La contraparte de la gloria obtenida a través de sus victorias, sin embargo, sería la motivación detrás de la larga carrera construida por él, en vista de su adversión inicial al deporte.
“No me gusta pelear. Odio eso. Es insoportable. La sensación de estrés. No sabes si serás humillado o lastimado. Es muy difícil”, dijo ‘GSP’, antes de acreditar su larga y exitosa carrera en MMA con su sentido de competitividad.
“Pero cuando ganas una pelea, realmente vale la pena. Cuanto mayor sea el riesgo, mayor será la recompensa. Entonces, por eso lo hice. No porque me encanta pelear. Me encanta ganar”, finalizó el ex campeón de UFC.
A los 39 años, Georges St-Pierre no ha competido desde noviembre de 2017, cuando derrotó a Michael Bisping y ganó el cinturón de peso mediano de la UFC. Para la organización, el canadiense reinó absoluto como campeón de peso welter durante años, además de ser incluido en el Salón de la Fama en 2020, un año después de anunciar oficialmente su retiro. En total en su carrera, ‘GSP’ sumó 26 victorias y solo dos derrotas, en unos 15 años en servicio activo.
