En vísperas de la que podría considerarse la pelea principal de su carrera hasta la fecha, Ian Machado Garry está preocupado por un aspecto que va más allá del deporte. Involucrado en las recientes polémicas dentro de la comunidad de MMA, el peso welter irlandés (170 lb) admitió que teme por la seguridad de su familia cuando viaje a Las Vegas (EE.UU.) la próxima semana, para participar en el UFC 296, la última cartelera de la temporada de MMA compañía.
Todo comenzó en noviembre, cuando Ian Machado Garry vio expuesta su vida personal en las redes sociales a través de unos perfiles vinculados al mundo de la pelea en ‘X’ (antes Twitter), que sugerían que la brasileña Layla, de 40 años, esposa de Garry, se casó con la joven promesa de UFC, de 26 años, por ‘oportunismo’, considerando que había escrito un libro llamado ‘How to be a WAG’ (‘¿Cómo ser una WAG?’, argot utilizado para referirse a las esposas y novias de los deportistas).
Después de ver cómo su relación se convertía en tema de debate entre los fans, ‘The Future’, como se la conoce, vio a Sean Strickland aumentar aún más la repercusión del caso. Sin pelos en la lengua, el campeón de peso mediano de UFC (185 lb) atacó a la esposa de Ian Machado Garry y, recientemente, casi llega a las manos con el irlandés tras un incidente en el Performance Institute de la empresa.
“Estoy emocionado por UFC 296. Creo que es una cartelera increíble. Un evento con todos los grandes nombres, grandes enfrentamientos. Tengo un poco de miedo y cautela al ir a Estados Unidos por la seguridad de mi familia, con toda la mierda que ha estado pasando virtualmente. Para proteger a mi esposa, proteger a mi hijo y protegerme a mí mismo. No me preocupa la pelea. Pelear es divertido, es fácil para mí. Siempre es algo que disfruto, que me encanta”, destacó, en una entrevista con el canal ‘TNT Sports’.
Postura criticada por los compañeros
Además de la polémica que involucra a su mujer, Ian Machado Garry también ha sido protagonista de la noticia por otro motivo: la charla basura. Previsto para enfrentarse a Vicente Luque, su compañero en el ‘Kill Cliff FC’, el irlandés hizo caso omiso de la relación amistosa y provocó al brasileño afirmando que ganaría el combate como quisiera. La declaración no cayó bien en el equipo y fue repudiada por Brendan Allen y lamentada por Vicente.
