Tony Kelley no tardó mucho en lidiar con las consecuencias de su acto en el UFC Las Vegas 54. En el evento realizado el sábado pasado (14), el entrenador de Andrea Lee no solo ofendió a los luchadores brasileños, sino que también cuestionó su naturaleza. De inmediato, parte de la afición brasileña invadió las redes sociales del profesional y respondió con insultos y amenazas. Sin embargo, parece que el estadounidense no se arrepiente.
La polémica se desarrolló entre el primer y segundo asalto. Cuando Lee se fue a la esquina, el entrenador, irritado por el hecho de que su atleta no pudo noquear a Viviane Araújo justo al comienzo del duelo, ignoró la presencia de las cámaras y dijo que los luchadores brasileños son ‘sucios’ y tramposos. Como no podía ser de otra manera, Kelley fue criticado por la comunidad de las MMA y catalogado como racista.
Al conocer la repercusión negativa de su discurso, el profesional se pronunció a través de sus redes sociales. Kelley rechazó la etiqueta racista que recibió de los críticos, pero no retrocedió en su ataque a los luchadores brasileños. Por el contrario, el estadounidense reforzó su posición al señalar que Viviane pretendía lesionar ilegalmente a su atleta en la pelea.
“Cancelar la cultura es real. Lo que dije fue real y en el fragor de la batalla y de ninguna manera tenía matices racistas, pero si así es como lo entiendes, no me importa. Mucha gente se apresura a decir racista. Esta m**** se está poniendo tan vieja. Mi referencia fue a un dedo sucio en el ojo”, escribió el técnico en su cuenta oficial de Twitter.
Sin saber de la polémica, Viviane Araújo se centró en la pelea contra Andrea Lee y le respondió al entrenador de su oponente en el octágono y de la mejor manera. La veterana sufrió en el primer round, pero sobrevivió, se recuperó y fue superior en los demás rounds. Así, ‘Vivi’ ganó el duelo por decisión unánime y defendió la octava posición en el ranking de peso mosca (125 lb) de la UFC. Ahora, a Tony Kelley le costará digerir el revés de su deportista, lidiando con las críticas por su comentario y con el enfado de la afición brasileña.
