El ambiente sigue tenso tras la pelea generalizada que marcó el final del duelo entre Wanderlei Silva y Acelino ‘Popó’ Freitas en ‘Spaten Fight Night 2’, celebrada el pasado sábado (27). Este lunes (29), un nuevo elemento se sumó a la discusión: un video publicado por André Dida, entrenador del curitibeño y excombatiente, reavivó el debate sobre qué habría motivado el enfrentamiento entre ambos equipos.
La grabación, que reproduce contenido publicado originalmente por otro perfil, incluye una narración que destaca un momento específico poco después de la descalificación de Silva: fue penalizado por un cabezazo a su oponente, lo que provocó la finalización prematura del combate. En la grabación, se puede ver a un miembro del equipo de Popó apoyándose en el hermano del boxeador antes de lanzar una patada hacia la esquina contraria.
Esta acción provocó un disturbio generalizado, con empujones y agresiones entre miembros de ambas delegaciones. Las imágenes sugieren que la patada pudo haber sido el detonante del caos que culminó con el nocaut de Wanderlei Silva a manos de Rafael Freitas, uno de los hijos del cuatro veces campeón mundial de boxeo. El excampeón de PRIDE tuvo que ser trasladado al hospital tras el incidente.
Contrariamente a la interpretación inicial, la publicación de André Dida incluye un pie de foto en el que el entrenador acusa directamente al equipo contrario de iniciar la pelea y refuerza su versión de los hechos. Es crucial que el entrenador haga referencia al comportamiento de la esquina contraria involucrada en el incidente inicial.
«Este es el verdadero amigo del jaguar. ¡Este video destruye cualquier argumento de quien inició la pelea! El equipo Popó Freitas cometió un error al atacarnos. ¡Creo que nunca volverán a hacerle esto a nadie!», escribió Dida en la publicación.
Los acontecimientos siguen
El incidente sigue siendo uno de los temas más comentados en el mundo de las peleas, alimentado por relatos contradictorios y grabaciones que siguen compartiéndose en redes sociales. Hasta la fecha, los organizadores del evento y los árbitros no han comentado oficialmente sobre el contenido publicado ni sobre las posibles consecuencias disciplinarias.
