La pelea estelar de UFC Canadá, el sábado pasado (18), terminó de forma inusual. Con clara desventaja en el marcador, Reinier de Ridder, quien llegaba como favorito para la pelea contra Brendan Allen, desistió de seguir compitiendo en el intervalo entre el cuarto y el quinto asalto. Sin embargo, según Harun Ozkan, uno de los entrenadores del luchador holandés, la culpa no recae en ‘RDR’.
En una extensa declaración escrita compartida en Instagram (ver abajo o hacer clic aquí ), el entrenador de De Ridder se responsabilizó de rendirse y declarar la derrota de su protegido en UFC Canadá . Según se informa, la decisión final se tomó para proteger la integridad física del ex dos veces campeón de ONE Championship, quien había sido dominado por su rival estadounidense en grappling, su especialidad, desde el segundo asalto.
«Tomé la decisión de parar la pelea después del cuarto asalto. Asumo toda la responsabilidad por esa decisión, y fue la correcta para mí en ese momento. Mi trabajo es entrenar, pero también cuidar la salud de mi peleador. He estado con Reinier prácticamente toda su carrera y vi muchas señales que me llevaron a intervenir. Si no hubiera hecho nada, habría seguido peleando. En lugar de arriesgarme a sufrir daños innecesarios, decidí dar por finalizada la pelea e irme a casa lo más sano posible. Vivir para pelear otro día», explicó el entrenador.
Vea la declaración completa a continuación:
«No suelo compartir cosas personales aquí, pero siento que les debo una pequeña explicación a todos los que nos han apoyado. Antes que nada, gracias por todo el apoyo que hemos recibido. Ha sido un año muy ajetreado hasta ahora.
Anoche (sábado) no salió como lo había planeado. Tras un buen comienzo en el primer asalto, las cosas empezaron a decaer rápidamente y no pudimos recuperarnos de los golpes del segundo asalto y posteriores. Tomé la decisión de parar la pelea después del cuarto asalto. Asumo toda la responsabilidad por esa decisión, y fue la correcta para mí en ese momento. Fue una decisión que nunca quise tomar, pero supongo que a veces hay que hacerlo.
Mi trabajo es entrenar, pero también cuidar la salud de mi boxeador. He estado con Reinier prácticamente toda su carrera y vi muchas señales que me llevaron a intervenir. Si no hubiera hecho nada, habría seguido luchando. En lugar de arriesgarme a sufrir daños innecesarios, decidí dar por finalizado el combate e irme a casa lo más sano posible. Vivir para luchar otro día.
No me importa en absoluto complacer a los demás si eso implica sacrificar la salud de alguien. Hay una delgada línea entre ser duro y cuidar la salud. Este deporte puede ser brutal. Estos chicos sacrifican gran parte de sus vidas dentro y fuera de la jaula; no hay necesidad de causar daño excesivo si se puede evitar. Mucha gente olvida que también es humana.
No hay excusas para esta derrota; sabíamos adónde nos dirigíamos. No estamos contentos con este desempeño, pero por ahora, recuperémonos primero, evaluemos algunas cosas y volveremos el año que viene. Ha sido un año increíble en general, y estoy agradecido por todos los altibajos de la vida.
Orgulloso de ti, mi hermano Reinier de Ridder. Hemos recorrido un largo camino.»
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