Al Iaquinta fue el peleador más afectado desde que se empezaron a emplear suspensiones médicas preventivas en UFC, el fin de semana pasado, y ahora está enfrentando también la peor racha de su carrera, con tres derrotas en fila.
Dan Hooker fue el responsable de este último revés, con poderosas patadas que llevaron a los jueces a darle el triunfo por decisión unánime. Además, esos impactos que dejaron notablemente golpeado a Iaquinta fueron suficientes argumentos para que la comisión responsable le exigiera mantenerse alejado de los octágonos durante 180 días, seis meses que ya condicionan mentalmente al peleador, según su entrenador Ray Longo.
El preparador aseguró que están lidiando ahora mismo con el “orgullo herido” de Iaquinta, de acuerdo a un reporte publicado por MMA Fighting.
Más allá del golpe anímico, Longo aclaró que “su pierna está bien” y que espera que mucho antes de lo sancionado pueda volver al gimnasio para entrenarse como lo hace regularmente, incluso pronosticó que en un día o dos pueda tener actividad física.
El instructor detalló que Iaquinta está en Hawai teniendo unos días de descanso y relajación, esperando recobrar las energías para volver a la acción. A la vez, comunicó que esperan que un médico pueda levantar la suspensión pronto.
Para Longo las limitaciones de Iaquinta durante la disputa respondieron más al daño nervioso que a las patadas de Hooker, y aseguró que en una división tan abierta como el peso ligero no existe una “lógica lineal”, dando como ejemplo, “(Edson) Barboza le dio una paliza a Hooker, Kevin Lee le dio una paliza a Barboza, Al le dio una paliza a Kevin Lee, no hay forma de ver esto. Esto es una locura”.
Iaquinta tendría opción a integrar nuevamente una tarjeta de UFC aproximadamente en abril o mayo de 2020, los planes de Longo es que sea antes.