La excampeona de peso paja de la UFC (115 lb), Jéssica Andrade, atraviesa uno de los momentos más inestables de su carrera dentro del octágono. Este sábado (16), regresa a la acción contra la mexicana Lupita Godínez, en un duelo válido para la UFC 319, buscando poner fin a una mala racha que ya genera señales de alerta.
Con cinco derrotas en sus últimas siete apariciones, dos de ellas consecutivas —ante Jasmine Jasudavicius y Natália Silva—, la paranaense reconoce que su estado de forma actual podría afectar directamente su posición dentro de la organización. En una entrevista exclusiva con Ag Fight, habló abiertamente sobre el impacto que esta fluctuación ha tenido en su récord y cómo la evalúa la UFC.
«Es parte del proceso. El año pasado sufrí tres derrotas seguidas. Luego gané dos. Luego volví a perder. Ahora estoy perdiendo otra vez. Creo que esto tiene un gran impacto no solo en mi récord, sino también en mi posición dentro de la UFC. Creo que llegará un momento en que me mirarán y dirán: ‘Sí, no está funcionando tan bien como pensábamos’ «, evaluó.
A pesar de los tiempos difíciles, ‘Bate-Estaca‘ confía en su potencial y descarta la posibilidad de retirarse. A sus 33 años, asegura que aún tiene mucho que ofrecer en la división.
«A veces me preocupo, a veces no, porque conozco mi potencial, sé lo buena que soy. A veces pienso que es solo una mala racha. Ya mejoraré, ¿no?, igual que Charles [Oliveira]. Espero terminar con esta situación y demostrarle al mundo que no me he retirado. Soy vieja, pero no estoy muerta», añadió.
Centrarse en peso paja
En los últimos años, Andrade ha dividido su tiempo entre dos divisiones de la UFC. Esta versatilidad, si bien admirable, podría haber contribuido a su reciente irregularidad. Actualmente, ocupa el quinto puesto en la división de peso paja y el noveno en la de peso mosca (125 lb). A pesar de su trayectoria en ambas divisiones, la intención de la atleta es clara: consolidarse definitivamente en la categoría donde ganó el campeonato en 2019.
«Mi intención es quedarme en esta categoría de peso para siempre. Claro que, dentro de las posibilidades que me ofrece la UFC, podría pelear ocasionalmente en 125 lb. Pero mi intención es quedarme en 115 lb. Conozco mi potencial y sé cuánto más rápida y fuerte me vuelvo en esta categoría. Pero, por supuesto, si surge una oportunidad en 125 lb, tengo que aceptarla», explicó.
La pelea contra Godínez será crucial para demostrar si la veterana aún tiene lo necesario para competir al máximo nivel. Una victoria contundente podría ponerla de nuevo en el radar para peleas importantes; por otro lado, un nuevo revés aumentaría la presión sobre su permanencia en la cima. Con 29 peleas en su haber en la UFC, Jéssica llega a la contienda buscando más que una victoria: quiere demostrar que sigue siendo un nombre relevante en la élite del MMA femenino.
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