El próximo sábado (4), la trayectoria de uno de los más grandes luchadores de las MMA de todos los tiempos puede llegar a su fin: Fedor Emelianenko. Considerado por la mayor parte de la prensa especializada como el mejor peso pesado de la historia, el ruso ha ganado fama desde sus días del orgullo. Con una carrera de este calibre, sus fans aún se preguntan cómo sería ‘El Último Emperador’ en la UFC. Sin embargo, la ausencia de la empresa en su currículum no parece molestar al veterano.
Participando en el programa ‘The MMA Hour’ de este miércoles, Fedor reveló que estuvo cerca de competir en la principal liga de las MMA del mundo cuando, en 2007, la UFC compró Pride, la liga en la que luchaba en ese momento. Sin embargo, un impasse contractual impidió el progreso de las negociaciones. Pese al embrollo, el peso pesado ruso restó importancia a su decisión de no ir a la UFC al señalar que, aún sin el traspaso, se enfrentó a los grandes nombres de la empresa que preside Dana White.
“Lo veo (no ir al UFC) desde una perspectiva diferente. Si fuera a suceder, sucedería. Si no sucedió, no estaba destinado a suceder. Luché contra muchos campeones de la UFC y los derroté a todos. Así que no me molesta que no luché allí. Hubo un momento (cuando estuve cerca de pelear ahí), cuando la UFC compró Pride. Esa posibilidad existía, pero Dana White no firmó el contrato”, dijo Emelianenko.
Fedor entra en acción en su probable despedida de las MMA este sábado, ante Ryan Bader, en el evento estelar de Bellator 290, con sede en California (EE.UU.). El enfrentamiento, además de poner en juego el cinturón de los pesados, sirve de revancha para el ruso, que fue derrotado por el estadounidense en 2019.