El sábado pasado (1), Ariane Lipski venció a su compatriota Melissa Gatto y alcanzó su segunda victoria consecutiva, igualando su mejor marca en la UFC. Ahora, la brasileña planea unas rápidas vacaciones y luego regresar al trabajo para continuar con su buena etapa y, quién sabe, acercarse al top 15 del ranking femenino de peso mosca (125 lb) de la organización.
En una entrevista exclusiva con Ag. Fight, Ariane dejó en claro que tiene la intención de enfrentar un desafío aún mayor en su próximo compromiso dentro del octágono: una oponente clasificada. La ‘Reina de la Violencia’, excampeona del evento polaco KSW, incluso adelantó la fecha con la que trabajo para su regreso a la acción.
“Creo que tal vez en la próxima pelea pueda pelear contra alguien clasificado. Es lo que quiero. Queremos subir de categoría. Pero hay que ver a quién enviará la UFC, los nombres que coincidan con la fecha. Tenemos la intención de pelear en diciembre. Quien venga a nosotros estará preparado para otro desafío”, declaró Lipski.
Pero antes de pensar en un nuevo compromiso con la UFC, la curitibana regresará a casa para ver a su familia y tomarse unas breves vacaciones. Hace aproximadamente un año y medio, Ariane y su entrenador y esposo, Renato Rasta, se mudaron a los Estados Unidos, apuntando a la evolución de la luchadora. Con el objetivo parcialmente cumplido, como demuestran las recientes victorias, ambos regresarán a su ciudad natal por un tiempo.
“Nos vamos a Brasil ahora, no hemos estado en Brasil durante un año y medio, lejos de nuestra familia. Pero aquí está el resultado, conseguimos las dos victorias que tanto deseábamos este año. Entonces, me voy a tomar unas pequeñas vacaciones, pero voy a seguir entrenando. Nos vamos a Curitiba, a nuestra ciudad, y luego regresaremos a Florida para seguir trabajando para evolucionar y estar preparados para el próximo desafío”, dijo.
Ariane Lipski en la UFC
Ariane Lipski llegó a la UFC en 2019, acreditada por el título de peso mosca de KSW. La brasaileña inició su carrera con dos derrotas consecutivas, pero pronto se recuperó y logró dos victorias. Posteriormente, una nueva racha negativa obstaculizó el ascenso de la luchadora en la organización que preside Dana White, hasta que, tras alternar resultados, la Reina de la Violencia volvió a ensartar dos triunfos consecutivos.