En año de elecciones presidenciales en los Estados Unidos, el evento principal de la cartelera del UFC Las Vegas 11 contó con un aperitivo adicional. Rivales de toda la vida, Tyron Woodley y Colby Covington actuaron por separado para la conferencia de prensa y adoptaron actitudes completamente diferentes.
Tyron Woodley, el primero en presentarse, ingresó a las instalaciones de UFC Apex con una camiseta ‘Black Lives Matter’ (las vidas negras importan) y respondió a todas las preguntas de manera seca y rápida, citando los dichos que dan nombre a la campaña mundial de lucha contra el racismo.
En su gorra, en alusión a la campaña de Donald Trump, el actual presidente del país, citó la importancia de combatir el racismo en Estados Unidos, en clara provocación a las declaraciones del rival. ‘Hacer que el racismo vuelva a atrapar el desvanecimiento’.
Momentos después de la partida de Woodley, Covington tomó su silla para, con un gorro de la campaña oficial de Trump, cuestionar la postura y las habilidades del ex campeón de peso welter de UFC (170 lb). Amigo del mandatario, con quien estuvo recientemente en una reunión en Las Vegas (EE.UU.), el deportista dejó en claro la importancia que tiene el apoyo del político en su carrera.
“Tengo cosas más importantes que hacer, como hablar con el presidente, participar en una reunión con él. No me importa lo que haga Tyron. Solo voy a repasarlo”, dijo, su voz siempre tranquila.
“Pensé que estaría aquí, quería mirarlo a los ojos y jugar juegos mentales con este cobarde. Ayer escuché que no sucedería. (…) Tyron pidió no verme, quiere hacerme parecer racista. (…) Nos reuniremos el sábado”, concluyó.
Tyron Woodley y Colby Covington se enfrentan este sábado (19), en la pelea principal de UFC Las Vegas 11. La tan esperada pelea entre los peso welter se ha especulado desde 2018, cuando Woodley todavía era el campeón lineal de la división y Covington lucía el cinturón interino de la categoría.