Más de un año después, la derrota ante Khabib Nurmagomedov en UFC 242, en una disputa válida por el cinturón de peso ligero (155 lb), todavía persigue a Dustin Poirier. En su participación en el podcast ‘The Joe Rogan Experience’, el propio estadounidense, uno de los pocos deportistas que puso en riesgo la invencibilidad del campeón, admitió que todavía le persigue un momento concreto del duelo contra el ruso.
El momento al que se refiere el peso ligero sucedió en el tercer asalto, cuando Poirier colocó una guillotina a su rival después de un intento de derribo y falló por poco a Nurmagomedov. Aún, según el estadounidense, su mayor pesar en relación a esta situación fue no haber seguido el movimiento de defensa del ruso e intentar un nuevo estrangulamiento que lo hubiera obligado a ceder la victoria al retador.
Vale la pena recordar que unos momentos después de defender con éxito el intento de sumisión de Poirier, Khabib tomó la espalda del rival y aplicó un estrangulamiento trasero desnudo, lo que obligó al estadounidense a abandonar la pelea.
“Solo sé lo cerca que estuvo. Un juego de centímetros, y sé lo cerca que estuvo. Lo que me asombra más que no tirar de la guardia cerrada fue no haber cambiado al (estrangulamiento) D’Arce o anaconda cuando se dio la vuelta”, lamentó Poirier.
Tras la derrota ante Khabib en octubre de 2019, Dustin Poirier se recuperó con dos grandes actuaciones. En junio del año pasado, el peleador venció al neozelandés Dan Hooker por puntos después de cinco intensos asaltos y, en enero de este año, el estadounidense, apodado ‘The Diamond’, noqueó al irlandés Conor McGregor, ex campeón de peso pluma (145 lb) y peso ligero de la UFC, en la pelea principal de UFC 257, celebrada en ‘Isla de la Lucha’ en Abu Dabi (EAU).