Excampeón interino y uno de los nombres más importantes de la división de peso ligero de la UFC (155 lb), Dustin Poirier sube al octágono este sábado (9) para enfrentarse al francés Benoit Saint Denis, en el UFC 299, en Miami (EE.UU.). El duelo contra uno de los luchadores más prometedores de la nueva generación difiere de lo que le tiene acostumbrado el estadounidense en los últimos años, tras haberse enfrentado en dos ocasiones a deportistas de renombre, como Conor McGregor, pero la motivación, según ‘The Diamond’, sigue viva.
En entrevista exclusiva con Ag Fight, Poirier –tercero en el ranking de peso ligero de UFC– simplemente destacó que existen diferentes tipos de estímulos para cada ocasión. Para el veterano, compararse con una joven promesa como Saint-Denis sirve como una especie de combustible para demostrar que sigue formando parte de la élite de la categoría.
“Ambos casos motivan a su manera. Todos son desafíos, obviamente, pero este es un desafío para demostrarme a mí mismo y a la gente que mira que todavía pertenezco a la cima (de la división). Derrota a un luchador joven y hambriento. Y, por otro lado, cuando te enfrentas a un gran nombre, como Conor (McGregor), es una gran oportunidad porque sabes que el mundo está mirando”, dijo Poirier.
En busca de recuperación
Además de demostrar que todavía pertenece a la élite del peso ligero en la compañía, Dustin Poirier tiene otra misión en la pelea contra Benoit Saint-Denis en el ‘evento co-estelar’ de UFC 299, este sábado. Luego de una derrota ante Justin Gaethje, en la disputa por el simbólico cinturón ‘BMF’ (el más duro), The Diamond busca volver a la senda de la victoria y, sobre todo, evitar su primera racha negativa en su carrera, como nunca lo ha hecho. Sufrió dos reveses consecutivos en MMA.