El 23 de enero, Dustin Poirier y Conor McGregor se enfrentarán nuevamente en el octágono, esta vez en la pelea principal de UFC 257, evento programado para realizarse en Abu Dabi (EAU). Su primer choque tuvo lugar en 2014, con el irlandés ganando por nocaut en la primera ronda. Pero a pesar de tener el chance de devolver el revés, el estadounidense predica la cautela y niega poner un extra de carga emocional en este duelo.
En una entrevista con el sitio web ‘MMA Junkie’, el estadounidense destacó la evolución de los dos desde el primer enfrentamiento. Además del hecho de cambiar de categoría para la nueva pelea, ya que antes se enfrentaron en el peso pluma (145 lb) y ahora el duelo será en el peso ligero (155 lb), Poirier mencionó que ambos son más maduros antes de hacer una autocrítica sobre su derrota ante McGregor.
“Ahora ambos somos mucho más experimentados y maduros, así que creo que será una pelea completamente diferente. En la primera pelea lo llevé más al lado emocional. Quería hacerle daño. Esta vez solo quiero burlarme de él y vencerlo. Esto es un negocio. No es ninguna enemistad con él”, dijo el luchador, enmendando.
“Cuando era más joven, solía pelear con mucha emoción. Ahora no es así. No se trata de venganza. No es un tipo de venganza para mí. Se trata de avanzar en mi carrera, poner a mi familia en una mejor posición”, agregó el deportista.
Con un cartel de 26 victorias, seis derrotas y un “No Contest” (pelea sin resultado), Dustin Poirier, actual número tres del ranking, ya tuve el chance de ser el campeón lineal de peso ligero, pero fue derrotado por Khabib Nurmagomedov, en el tercer asalto, por sumisión, en septiembre de 2019. Antes de este enfrentamiento, el púgil venció a Max Holloway y conquistó por puntos el cinturón interino de la categoría. En su última presentación, en junio de este año, el peleador superó a Dan Hooker, en puntos.