El excampeón interino y uno de los nombres más destacados de la división de peso ligero (155 lb) de UFC, Dustin Poirier, se despedirá de las MMA el 19 de julio cuando entre en acción por última vez contra Max Holloway en la pelea estelar del UFC 318 en Nueva Orleans, Luisiana (EE. UU.). Y, al parecer, el veterano de 36 años ya tiene objetivos definidos para su carrera.
Una de ellas, según él, es mejorar su físico, aunque necesite ayuda externa. En una charla informal con la cadena estadounidense ESPN, Poirier bromeó sobre la posibilidad de usar esteroides tras terminar su carrera en MMA y, en consecuencia, no tener que someterse a pruebas antidopaje.
«Esta será la última vez que pese 70 kilos, lo prometo. Oye, voy a tomar esteroides. En cuanto la USADA deje de llamar a mi puerta y deje los guantes, me pondré en forma y me broncearé (risas)», bromeó Dustin Poirier.
Despedida de gala
Todo apunta a que Dustin Poirier tendrá una despedida de gala preparada por UFC. Empezando por el hecho de que la sede elegida para el UFC 318 es el estado natal del luchador estadounidense. Además, el cinturón ‘BMF’, un título simbólico creado por la entidad para recompensar al atleta más duro de la plantilla, estará en juego en el duelo entre Poirier y Max Holloway. Por lo tanto, para que la despedida del veterano sea perfecta, solo falta que logre derrotar al hawaiano y cerrar su carrera con broche de oro.