Se hizo historia este sábado por la noche (20), en la pelea principal del UFC 297, en Toronto (Canadá). En una pelea equilibrada, que se prolongó hasta el final del quinto asalto y terminó en decisión dividida de los jueces, el sudafricano Dricus du Plessis destronó al entonces poseedor del cinturón del peso mediano Sean Strickland, convirtiéndose en el primer campeón de su país.
Du Plessis se mantiene invicto en el octágono más famoso del mundo, habiendo ganado los siete duelos en los que ha competido desde que debutó en UFC en 2020. Tras su coronación, el nuevo campeón del peso mediano del UFC citó al nigeriano Israel Adesanya como su próximo objetivo en la organización.
Vale recordar que los lucadores africanos estuvieron cerca de enfrentarse el año pasado, pero una lesión dejó a Dricus fuera de la contienda. En su lugar, curiosamente, la organización seleccionó en su momento a Sean Strickland, quien conmocionó al mundo al superar al favorito Adesanya. El estadounidense, por cierto, mantuvo su espíritu deportivo y reconoció la derrota, a pesar de que el equilibrio del enfrentamiento y la decisión dividida de los jueces a favor de Du Plessis fueron cuestionados por parte de la comunidad de MMA.
En el primer asalto, el campeón logró controlar el ritmo de la pelea, utilizando bien sus golpes para molestar a Du Plessis. Al sudafricano, por su parte, le costaba encontrar la distancia y tenía como principal arma las patadas, sobre todo las que impactaban en las piernas del estadounidense. Con poco más de un minuto restante en el período, Dricus tomó un derribo, pero Strickland pronto se levantó.
El segundo asalto pareció una repetición del primero, con Strickland «cocinando» a su rival con su agudo boxeo y su buena defensa ante los ataques de su rival. El retador incluso tuvo más golpes, pero sin mucha efectividad.
Con base en su voluntad, Dricus equilibró las acciones apostando por su golpe poco ortodoxo, que obligó al campeón a retroceder. Strickland mantuvo la misma estrategia, pero sin la misma efectividad en ataque y defensa.
Al comienzo del cuarto asalto, Du Plessis conectó un tiro directo que dio en el ojo izquierdo y abrió un corte en la cara del campeón. La hemorragia parece haber obstaculizado la visión del estadounidense, haciéndolo más susceptible a los golpes de su oponente. Al mismo tiempo, Dricus aumentó el ritmo y ganó confianza en la disputa.
Alertado por su esquina de la posible necesidad de ganar el quinto asalto para garantizar la defensa de su título, Strickland volvió a dictar el ritmo y tomó el control de la pelea una vez más. Cansado, Du Plessis no repitió la actuación del período anterior. En el minuto final, el siempre cauteloso Strickland abrió el juego y se mostró más agresivo, conectando buenos golpes, pero también exponiéndose.