Ex campeón de peso gallo (135 lb) y considerado uno de los grandes nombres en la historia de la categoría, Dominick Cruz se presentará en su próximo desafío, inédito en su carrera, en la cartelera preliminar de UFC 259, evento que ocurre el sábado (6), en Las Vegas (EE.UU.). Aun así, la aparente degradación de su estatus dentro de la empresa no parece molestar al veterano de la misma forma que la posible designación de un árbitro específico para liderar las acciones de su duelo contra Casey Kenney.
Insatisfecho con la actuación de Keith Peterson en su pelea más reciente, Cruz dio un paso al frente e hizo una solicitud a la Comisión Atlética de Nevada, responsable de regular el evento del próximo sábado, para que el árbitro no sea designado como mediador de su pelea de UFC 259. Durante el día de los medios, el ex campeón confirmó la solicitud y señaló que su objeción al juez no solo está relacionada con su interacción previa con él dentro del octágono, sino también con el encuentro entre ellos en los vestuarios, previo a la pelea.
El episodio que inició el embrollo ocurrió en mayo del año pasado, cuando Dominick terminó siendo derrotado por Henry Cejudo, por nocaut técnico, en los momentos finales del segundo asalto de la pelea por el cinturón de peso gallo de la UFC. La interrupción del árbitro fue calificada de prematura por el veterano, que hasta el día de hoy protesta por ello. Sin embargo, el principal problema señalado por el ex campeón habría ocurrido durante la interacción con Peterson incluso antes de la pelea, aún en el vestuario de la arena, cuando, según el peleador, el mediador del enfrentamiento habría tenido un fuerte olor a alcohol y cigarrillos durante la conversación con él.
“Hice el pedido y espero que la comisión pueda cumplir con su solicitud. Pero cuando se trata de eso, ellos dirigen las cosas, ¿verdad? Tienen control sobre todo. Marc Ratner (vicepresidente de asuntos regulatorios de la UFC) mencionó que él pudo hacer esto posible para mí”, confirmó Cruz, antes de completar.
“No es que odie a este tipo ni nada. Este es un problema profesional y no sentí que estuviera haciendo su parte. Hay muchos árbitros. Nunca tuve ningún problema con ningún otro árbitro en la historia de mi carrera, antes de que comenzara la pelea. Tuve un problema con él antes de que comenzara la pelea, en el vestuario. Entonces, eso me hizo enfatizar que prefiero otro árbitro”, concluyó.
Con su carrera marcada por lesiones que lo sacaron de combate por largos períodos, Dominick Cruz alcanzará su primera secuencia de peleas en un año desde 2016. El ex campeón, 11° en el ranking de peso gallo hoy, se enrentará este sábado con el estadounidense Casey Kenney, número 15 en la lista de categorías, por la cartelera del UFC 259, en Las Vegas.