Charles Oliveira intentó recuperar el cinturón del peso ligero de la UFC, pero no pudo. En la pelea principal de la 280ª edición, celebrada este sábado (22), en Abu Dabi (EAU), ‘Do Bronx’ se enfrentó a Islam Makhachev, pero sufrió al lidiar con el agarre de su oponente. A pesar de ser el poseedor del récord de sumisiones en la historia de la franquicia, el brasileño fue sorprendido de pie y terminó siendo sometido por su rival en la segunda ronda.
Sin embargo, aun derrotado, ‘Do Bronx’ no se inmutó. Todavía en el octágono, el brasileño pidió volver a pelear lo antes posible y prometió recuperar su cinturón de peso ligero. Por su parte, Makhachev, el nuevo campeón de la categoría, elogió a Charles. Vale la pena señalar que Islam afirmó que vencería a su oponente por sumisión y, de hecho, cumplió su palabra. Además, el ruso retó a Alexander Volkanovski, rey del peso pluma (66 kg), a un combate en Australia.
A pesar de la dura derrota, Charles Oliveira, de 33 años, sigue siendo uno de los mejores peleadores de peso ligero de la UFC. Vale la pena señalar que el atleta impresionó al vencer a grandes nombres como Tony Ferguson, Michael Chandler, Dustin Poirier y Justin Gaethje seguidos. Ahora, el atleta apunta a recuperarse para, en el futuro, tener una nueva oportunidad de competir por el título divisional.
El duelo arrancó con todo, con Makhachev huyendo de su naturaleza, apostando al golpe contra Charles. Sin embargo, el Islam no tardó mucho en lanzar ‘Do Bronx’. En el suelo, el brasileño, incluso desde abajo, intentó atacar y embestir a Makhachev, pero este siguió golpeando. De pie, Charles llevó a Islam al grande, pero rápidamente el ruso aplicó otro derribo y anotó con sus golpes.
En el segundo round, los atletas estuvieron parte del tiempo en el clinch, sin mucha acción. Al golpear, Charles se sintió cómodo, pero recibió más golpes de Makhachev de los que lo golpeó. Con dos minutos restantes en la ronda, Islam conectó un gancho que envió a ‘Do Bronx’ a estrellarse. En el suelo, arriba, el ruso aprovechaba la posición y remataba, rápidamente, aplicando un ‘ katagatame ‘.