La fractura de tobillo de Conor McGregor, que sucedió en UFC 264, en un duelo contra Dustin Poirier, aún genera controversia y repercusión en el mundo de las MMA. En un video colgado en sus redes sociales, el irlandés reveló que tanto la UFC como los médicos responsables de los deportistas de la organización sabían que la región estaba lesionada y lo dejaron pelear de todos modos. Sin embargo, el deportista ya tenía respuesta.
El director ejecutivo de la Comisión Atlética de Nevada, Bob Bennett, en una entrevista con el ‘Las Vegas Review-Journal’, se sorprendió por la afirmación del ex campeón del peso pluma y peso ligero de la UFC. Según el ejecutivo, la entidad no dejaría que nadie se presentara si no contaba con las condiciones físicas adecuadas.
“Si alguna vez supiéramos que un peleador no está en condiciones de pelear, no lo dejaríamos competir. (Él) yo iría a un médico, y ese médico tomaría esa decisión como especialista”, detalló el profesional del organismo que se encarga de cuidar la salud de los combatientes cuando se realizan los eventos en Las Vegas (EE.UU.).
Conor McGregor es una de las principales estrellas de la UFC. El irlandés alcanzó la cima de la franquicia en 2015 y 2016, cuando ganó los cinturones del peso pluma y peso ligero. Sin embargo, desde 2017 hasta la actualidad, el irlandés estuvo más ausente del octágono y solo ha sumado una victoria desde entonces, sobre Donald Cerrone, en 2020.