Operando en campos completamente diferentes, UFC y el FBI podrían tener sus caminos vinculados a través de una asociación inusual. Esto se debe a que Kash Patel, el nuevo director del servicio de inteligencia estadounidense, tiene planes de contratar los servicios de la principal liga de MMA del mundo para elevar el nivel de preparación y condición física de sus agentes. Recién juramentado, el nuevo líder de la principal agencia de seguridad pública de Estados Unidos busca impulsar un lavado de imagen de la entidad, según el sitio web ‘ABC News’.
Según el portal, durante una teleconferencia realizada este miércoles (26) con los 55 jefes de las distintas oficinas de campo del FBI repartidas por Estados Unidos, Patel propuso mejorar el entrenamiento en artes marciales de la agencia con la ayuda de luchadores y entrenadores de UFC.
La reunión virtual ya es una cita semanal establecida. Pero la llamada de esta semana fue la primera dirigida por Kash, quien juró como director el viernes pasado. El oficial recién nombrado incluso sugirió que UFC desarrolle programas para ayudar con la preparación física de los agentes que trabajan con el FBI.
«Si están tratando de mejorar su estado físico, UFC es muy específica al respecto», dijo a ABC News Rich Frankel, ex agente especial a cargo de la oficina del FBI en Newark.
Donald Trump es una pieza clave
Aunque todavía está en el terreno de las ideas y sin ninguna certeza de convertirse en realidad, la simple sugerencia de una posible asociación entre el FBI y UFC tiene a Donald Trump como su actor clave. Esto se debe a que, tan pronto como fue reelegido, el presidente estadounidense nombró a Patel como su candidato para el puesto de director. La elección del republicano no fue en vano, ya que Kash es considerado un aliado político y un nombre de confianza.
Durante el primer mandato de Trump, Patel demostró una lealtad total al republicano. Durante ese período, ocupó el cargo de funcionario de seguridad nacional y abogó por que el FBI expulsara de sus filas a cualquier empleado que se negara a apoyar la «agenda trumpista». Casualidad o no, Kash acabó ascendiendo al puesto de jefe de la principal agencia policial de Estados Unidos.
La propuesta de asociación entre el FBI y UFC en su primera semana como director también se puede explicar por la fuerte conexión entre Trump y Dana White, presidente de la liga de MMA. Entusiasta de los deportes de combate, el presidente estadounidense asiste frecuentemente «en persona» a los eventos de la empresa, contando con el apoyo político de numerosas estrellas de la organización.
A su vez, Dana fue uno de los principales apoyos del empresario en su campaña presidencial. El jefe de UFC siguió el recuento de votos junto a Trump y Elon Musk, en Florida (EE.UU.). Más tarde, en la celebración de la victoria republicana, White subió al escenario y pronunció un apasionado discurso, elogiando al nuevo presidente de los Estados Unidos. La larga amistad entre las dos figuras influyentes del país podría, por tanto, explicar una posible asociación entre el FBI y UFC.
