Diego Sánchez noqueó a su oponente en el UFC 235, evento realizado la noche de este sábado (2), en Las Vegas (EUA), pero las marcas del enfrentamiento aún están en su cuerpo. A través de las redes sociales, el estadounidense reveló que Mickey Gall lo habría mordido y colocado un dedo en su ojo durante el choque. Y, a pesar de que tales procedimientos son considerados ilegales en el MMA, el wélter (77 kg) explicó que prefirió no relatar lo ocurrido al árbitro.
Por medio de publicación en su Instagram (ver abajo o haga clic aquí), Sánchez mostró la marca de la mordida que habría recibido durante el combate y atacó a su rival. En el post, explicó que no relató la conducta ilegal de su adversario al referí porque prefirió resolverlo por su cuenta. Y fue lo que el americano hizo al noquearlo en la segundo round y cerrar la pelea sin necesitar de la decisión de los jueces, algo que él no hacía desde hace más de diez años.
«Mickey Gall sigue siendo una perra. ¡Él me mordió y puso un dedo en mi ojo! Yo vengo de las calles de burque (en referencia a la ciudad de Albuquerque, en el estado de Nuevo México). ¡Su suerte fue que el árbitro me quito de allí! Hombres como yo no delatan. ¡Ellos ignoran esto y salen hacia arriba! Pero tuve que hacérselo saber a mis seguidores», escribió el peleador.
A los 37 años, Sanchez llegó a su segunda victoria consecutiva tras la presentación de este fin de semana. Desde junio de 2008, cuando noqueó a Luigi Fioravanti. Él no gana sin depender de las papeletas de los jueces laterales. A lo largo de su carrera profesional en el MMA, el veterano sumó hasta entonces 29 triunfos y 11 derrotas en su cartel.