En una ventana de apenas unos minutos, Diego Lopes vivió sensaciones muy opuestas en Noche UFC. Programado para la cartelera principal del evento celebrado en Esfera, en Las Vegas (EE.UU.), el brasileño radicado en México brilló ante Brian Ortega y logró la mayor victoria de su carrera en la empresa.
Poco después de levantar el brazo, el especialista en jiu-jitsu se dispuso a ayudar a Alexa Grasso en su duelo contra Valentina Shevchenko. Pero en su faceta de esquinero y entrenador, el compañero y amigo de la ahora excampeona de peso mosca (125 lb) no tuvo el mismo éxito.
A pesar de su esfuerzo por estar presente fuera del octágono y guiar a Alexa durante los intervalos entre los rounds, Diego vio de cerca a su compañera de ‘Lobo Gym MMA’ ser completamente dominada durante los cinco rounds ante Shevchenko – quien aprovechó los derribos para anotar el duelo a su favor. Sin una explicación precisa que justifique cómo transcurrió el enfrentamiento, Lopes, responsable de perfeccionar el jiu-jitsu de Grasso, indicó que la mexicana pudo haberse ‘congelado’ durante la pelea, rindiendo por debajo de su verdadero potencial.
«Hoy sentimos que Alexa se quedó un poco helada y no estaba (bien) en la pelea. Valentina tampoco hizo mucho. ¿Qué hizo ella? Ella simplemente la bajó y la controló allí. No hizo ningún daño. Siempre quiero apoyar a todos en mi equipo, así que hice un esfuerzo para estar ahí para Alexa (como esquina). Lamentablemente, esta noche no conseguimos la victoria. Estoy un poco molesto por los mexicanos que perdieron esta noche. Obviamente estoy contento con mi victoria, pero desearía que ganaran más mexicanos. Pero este es el deporte más duro del mundo, no siempre consigues lo que quieres”, lamentó Diego, durante la rueda de prensa posterior al evento.
No hay tiempo que perder
En poco más de un año en casa en UFC, Diego Lopes se convirtió en una estrella de la liga y en un fenómeno popular. Con el triunfo sobre Ortega el pasado sábado, el brasileño se consolidó de una vez por todas en la división élite del peso pluma (145 lb) e hizo un pedido. Sin tiempo que perder, el especialista en jiu-jitsu se ofreció a ser el reserva para la pelea por el título divisional entre Ilia Topuria y Max Holloway, prevista para UFC 308, el próximo 26 de octubre.
Al presidente de la empresa, Dana White, parece haberle gustado la sugerencia y abrió la puerta a la posibilidad. Por lo tanto, de firmarse el acuerdo, Diego podrá incrementar aún más su asistencia dentro del octágono, en caso de que ocurra algún tipo de imprevisto con alguno de los combatientes involucrados en el duelo por el cinturón.