Durante la conferencia de prensa posterior a la 82.ª edición del BKFC, evento del que es copropietario, Conor McGregor habló abiertamente sobre el impacto de la fama en su carrera, la presión de mantenerse en la cima y sus planes de futuro en UFC.
El excampeón simultáneo de peso pluma (145 lb) y peso ligero (155 lb) admitió que el éxito repentino ha tenido profundas consecuencias, muchas de ellas negativas.
El irlandés recordó que, al principio de su carrera, todo era más ligero y agradable, con pocas presiones externas. Sin embargo, con su crecimiento dentro de la organización también llegaron responsabilidades fuera del octágono, como la de mantener su imagen como estrella deportiva mundial.
«Llegas sin presión, nadie te conoce ni te pregunta, es divertido simplemente hacer tu trabajo. […] Pero cuando creces, a eso hay que sumarle este ‘animal promocional’. Y te consume, porque las dos cosas juntas son increíblemente agotadoras. Casi me destruyó. Siendo sincero, quizá sí, al crecer . Alcancé un éxito enorme, una fama de otro mundo, fuera de lo común. A veces, todo eso me abrumaba», lamentó Conor McGregor.
¿McGregor en la Casa Blanca?
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, la estrella de MMA aseguró que aún siente el deseo de competir y reveló su entusiasmo por sus próximos pasos. Según él, UFC ya está preparando un nuevo contrato para su posible regreso.
«No me malinterpreten, extraño pelear y estoy emocionado por lo que viene. UFC está trabajando en un nuevo contrato o algo así. Pero ya veremos qué pasa», concluyó.
Las declaraciones resonaron no solo por su tono reflexivo —inusual para figuras mediáticas de este calibre—, sino también por su presencia en la histórica cartelera programada para junio de 2026 en la Casa Blanca. Conor McGregor no ha pisado el octágono desde julio de 2021, cuando sufrió una grave lesión en la pierna en una pelea contra Dustin Poirier.