Si bien Colby Covington demuestra ser un luchador de primer nivel en el octágono, también se suma a su lista de desafectos. En el peso welter de la UFC (170 lb), ‘Chaos’ se convirtió en uno de los principales objetivos del resto de competidores debido a la ‘charla basura’ que utiliza, pero ahora ha ido más allá. En una entrevista con Submission Radio, el chico malo reveló que no tenía dudas de que su reciente posición disgustó a Dana White, presidente de la liga.
El ex campeón interino de peso welter se negó a enfrentarse a Leon Edwards en UFC Las Vegas 21, evento celebrado el pasado sábado (13), en Las Vegas (EE.UU.). Después de que Khamzat Chimaev dejara la pelea contra el inglés por complicaciones por COVID-19, Dana consideró escalar a Covington como suplente precisamente para definir al próximo retador de la categoría. Sin embargo, el ex campeón interino se negó y explicó que su objetivo es disputar el título de división y no hacer caridad por un atleta irrelevante (Edwards). Determinado, Colby enfatizó que hizo más que suficiente para ajustar cuentas con el actual campeón Kamaru Usman.
“A Dana no le gustó. Colgó y ese fue el final de la llamada. No le gustó lo que tenía que decir, pero ahora estoy en mi negocio, no en el negocio de la caridad. Merecía lo que logré. Mira mi cartel, he vencido a ex campeones, vencí a luchadores en el ‘Salón de la Fama’. Estoy en las peleas más importantes, las peleas de pago por evento, ya sabes, vendiendo y siendo la mayor atracción de la compañía”, dijo Covington.
Aparentemente, Colby Covington tiene razón al señalar que Dana White no siente tanto afecto por su persona. En el pasado, el dirigente confesó que el chico malo es uno de los luchadores más difíciles con los que tuvo que lidiar en el momento de las negociaciones. Además, el propio ‘Chaos’ dijo que el plan de la UFC era dejarlo en libertad tras el duelo contra Demian Maia, pero, como el veterano ganó en el medio de Brasil, la organización echó todo para atrás.