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Derrotado en UFC 257, Nik Lentz anuncia su retiro después de perder el 40% de su visión

UFC 257, que tuvo lugar el sábado pasado (23), marcó el final de la carrera de Nik Lentz en MMA. En el evento celebrado en Abu Dabi (EAU), el experimentado luchador fue derrotado por Movsar Evloev, por decisión dividida de los jueces. Después del espectáculo, el estadounidense anunció que ya no actuará en el deporte y dio su justificación para esta postura.

A través de sus redes sociales, el peleador explicó que el principal motivo para retirarse del deporte es que ya no puede rendir en alto rendimiento. La justificación para esta posición del peso ligero (155 lb) de la UFC es por una lesión que sufrió en el ojo en 2020 que le quitó casi la mitad de su visión.

“Dicen que no hay que tomar decisiones apresuradas después de una derrota, pero no es apresurado ni siquiera rápida. La lesión ocular que sufrí el año pasado fue el final de mi carrera. En total, perdí alrededor del 40% de mi visión, pero quería ver cómo era otra batalla difícil con los nuevos ojos. Anoche tuve claro que es imposible para mí competir a este nivel. Simplemente no puedo fijar un objetivo en movimiento como debería, y con el 40% de mi visión prácticamente perdida… Es caótico por decir lo menos. Mi vida como luchador en la mejor organización del planeta termina aquí. No estoy triste ni molesto por eso, llega el día de todos. Tengo la cabeza en alto, Dios como mi redentor y mis hijos y mi esposa como mi tesoro”, escribió.

En MMA profesional desde 2005, Nik Lentz tiene 30 victorias, 12 derrotas, un empate y un No Contest (pelea sin resultado) en su carrera deportiva. El estadounidense debutó en la UFC en 2009 y logró su mejor marca en la organización en este época, cuando en siete peleas, logró cinco victorias, sin perder hasta 2011. Desde entonces, el luchador ha vivido momentos de inestabilidad y nunca ha retomado esta fase.

La lesión en el ojo que provocó el anuncio de retiro de Lentz se produjo en enero del año pasado, cuando el luchador fue golpeado por un dedo involuntario por Arnold Allen en UFC Raleigh. El golpe provocó un grave problema en su visión y lo llevó a la mesa de operaciones, dejando al deportista en reposo durante el resto de 2020.

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