Deontay Wilder traslada batalla del cuadrilátero a las declaraciones

El 22 de febrero de este año, Deontay Wilder fue vencido por Tyson Fury por nocaut técnico en el séptimo asalto, poniendo así fin a su reinado como campeón mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). E incluso nueve meses después, el boxeador estadounidense no parece haber asimilado la derrota del inglés, la primera de su carrera.

En una entrevista con el podcast ‘The Last Stand’, Wilder acusó al verdugo de hacer trampa durante el enfrentamiento, celebrado en la ciudad de Las Vegas, Nevada (EE. UU.). El ex campeón señaló la existencia de evidencia que, según él, muestra que Fury habría usado dispositivos ilegales para golpearlo, aunque nunca se ha probado nada.

“Es un tramposo conocido y puedes volver a sus antecedentes e historia haciendo trampas incluso en la pelea con (Wladimir) Klitschko. Todavía no he escuchado ninguna prueba válida de cómo los guantes se doblan hacia atrás por completo, por qué tus manos estaban en la parte inferior del guante, por qué mi oreja tenía arañazos allí debido a tus uñas. Tenemos mucha evidencia, pero solo muestra que necesitas hacer trampa para ganarme”, dijo Deontay Wilder.

Las acusaciones de posibles trampas no se limitan al rival. Wilder acusó recientemente a Mark Breland, su entrenador en el momento del duelo contra Fury, de conspirar contra él, incluso alegando que podría haber puesto algo para drogarlo en su botella de agua. El boxeador también reforzó su indignación por la decisión del técnico de tirar la toalla, decretando la retirada del enfrentamiento y el final de la pelea.

“He predicado durante cinco años, nunca tires la toalla con Deontay Wilder. Deontay Wilder nunca sale hasta que termina, debido a mi corazón y voluntad, y al poder que tengo. Y sí, realmente siento que él fue parte de eso y no me corresponde a mí explicárselo a nadie. Dije lo que necesitaba, lo dije, lo dije, la gente puede creer lo que quiera ”, reflexionó el ex campeón del mundo, que ya no trabaja con Breland.

Después de despedir a Mark Breland, Deontay Wilder sigue sin entrenador hasta ahora. Preguntado, el peleador analizó algunos nombres potenciales con los que podría trabajar en el futuro, entre ellos Floyd Mayweather, considerado por muchos como el mejor boxeador de todos los tiempos, quien mostró interés en entrenarlo. Sin embargo, según las palabras del estadounidense, la asociación entre él y ‘Money’ no debería materializarse.

“Estamos buscando trabajar con otro entrenador. Me gusta Derrick (James), es un gran tipo, me gustan las cosas que hace. Me gusta (George) Foreman, tuvimos muchas discusiones sobre diferentes cosas, sobre cómo solía entrenar. Pero con Floyd (Mayweather) personalmente, no siento que le guste. Creo que solo lo hace para llamar la atención. Honestamente, no veo cómo un tipo que apostó en mi contra en cada pelea quiera ser mi entrenador. Un tipo que no tiene nada bueno que decir de mí desde el comienzo de mi carrera, pero ahora quiere ser mi entrenador. No creo que le guste y quiera lo mejor para mí en su corazón ”, dijo.

Sin luchar desde la derrota ante Fury, Wilder tenía previsto encontrarse con el inglés en el ring todavía en 2020, pero la pandemia del nuevo coronavirus entorpeció sus planes. El tercer capítulo de la trilogía entre los pesos pesados, que empataron en el primer duelo, está previsto dentro de una cláusula contractual firmada por ambos para la revancha, en febrero de este año. Sin embargo, el estadounidense acusa a su rival de huir del compromiso y, por lo tanto, indica que puede regresar al ring antes incluso de tener la oportunidad de vengarse del verdugo.

“Incluso con el contrato, estoy listo desde septiembre. No eres un hombre de palabra, no estás cumpliendo con tu obligación. Te ayudé, puse millones en tu bolsillo, te hice relevante, ahora es el momento de que hagas lo mismo, eso es todo lo que estamos diciendo. No importa una, dos o tres peleas, esto es una cuestión de principios, él no es un hombre de principios, moral o metas. Se sentaron, era su deber promover la pelea. Esperaron hasta octubre y ahora dicen que abandonamos el contrato. Eso es mentira”, gritó Wilder, antes de comentar sobre su futuro.

“Me pueden ver de vuelta en el ring en algún momento de la primera semana de enero, más tarde a principios de febrero, y ahora estamos buscando nuevos oponentes. No vamos a sentarnos a esperar a un cobarde que tiene una obligación que cumplir, pero huyó de ella. No nos vamos a sentar, tenemos que volver al ring. Tengo muchos fanáticos ansiosos por verme volver a subir al ring y hacer lo que mejor hago ”, concluyó.

A los 35 años, Deontay Wilder tiene 42 victorias, 41 de las cuales por nocaut, y solo una derrota en su carrera como boxeador profesional. El estadounidense mantuvo el cinturón de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo entre 2015 y 2020.